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Génesis 28:4 - Biblia Lenguaje Básico

4 Que Dios te bendiga a ti y a tus descendientes, como bendijo a Abrahán. Así llegarás a ser el dueño de la tierra donde ahora vives como extranjero, la tierra que Dios dio a Abrahán.

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Biblia Reina Valera 1960

4 y te dé la bendición de Abraham, y a tu descendencia contigo, para que heredes la tierra en que moras, que Dios dio a Abraham.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Que Dios te dé a ti y a tu descendencia las bendiciones que prometió a Abraham. Que llegues a ser dueño de esta tierra donde ahora vives como extranjero, porque Dios le entregó esta tierra a Abraham.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Que Dios te conceda la bendición de Abrahán, a ti y a tu descendencia, para que te hagas dueño de la tierra en que ahora vives, y que Dios dio a Abrahán.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 y te dé la bendición de Abraham,° a ti y a tu descendencia contigo, para hacer que tomes posesión de la tierra de tus peregrinaciones,° la cual ’Elohim ha dado a Abraham.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 y te dé la bendición de Abrahán, a ti y a tus descendientes, para que poseas la tierra en la cual has morado como forastero y que Dios entregó a Abrahán'.

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Génesis 28:4
20 Tagairtí Cros  

Allí Dios se le apareció y le dijo: —Toda esta región se la daré a tus descendientes. Como Dios se le apareció allí, Abrán le construyó en aquel lugar un altar.


Abrán le respondió: —¡Dios y Señor mío! ¿Cómo puedo estar seguro de que voy a poseer esa tierra?


Isaac comenzó a temblar de pies a cabeza y dijo: —Entonces, ¿quién cazó un animal y me lo trajo? Yo comí de su plato antes de que tú llegaras y ya lo he bendecido. ¡Esa bendición no se la puedo quitar!


Esta es la historia de Jacob, que junto con su familia, se estableció en la tierra de Canaán, donde su padre Isaac vivió como extranjero. Cuando José tenía diecisiete años, ayudaba a sus hermanos a cuidar las ovejas. Estos hermanos eran los hijos que su padre Jacob había tenido con sus otras mujeres, Bilhá y Zilpá. José le contaba a su padre lo mal que se portaban sus hermanos.


Tú castigas a la gente y corriges su maldad; destruyes como polilla lo que ellos más valoran. ¡Nadie dura más que un suspiro!


Que la fama del rey permanezca, que dure tanto como el sol. Que sirva su nombre para que se bendigan unas a otras las naciones y todas ellas lo proclamen feliz.


Yo me comprometí a darles el país de Canaán, donde antes vivieron como inmigrantes.


Por eso, la bendición que Dios prometió darle a Abrahán es también para los que no son judíos y nosotros, si creemos en Cristo, recibiremos el Espíritu que Dios nos ha prometido.


Desde antiguo, las Escrituras decían que Dios también iba a aceptar a los que no son judíos, siempre y cuando creyeran en Jesucristo. Por eso Dios le dio a Abrahán esta buena noticia: «Gracias a ti, bendeciré a todas las naciones».


Demos gracias al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo por las bendiciones espirituales que Cristo nos trajo del cielo.


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