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Génesis 25:21 - Biblia Lenguaje Básico

21 Rebeca no podía tener hijos; así que Isaac suplicó a Dios por ella. Entonces Dios atendió a sus ruegos, y Rebeca quedó embarazada.

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Biblia Reina Valera 1960

21 Y oró Isaac a Jehová por su mujer, que era estéril; y lo aceptó Jehová, y concibió Rebeca su mujer.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

21 Isaac rogó al Señor a favor de su esposa, porque ella no podía tener hijos. El Señor contestó la oración de Isaac, y Rebeca quedó embarazada de mellizos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

21 Isaac suplicó a Yavé en favor de su esposa, pues era estéril. Yavé escuchó su oración y Rebeca, su esposa, quedó encinta.

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La Biblia Textual 3a Edicion

21 Y suplicó Isaac ante YHVH por su mujer, que era estéril. Y YHVH atendió el ruego, y concibió Rebeca su mujer.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 Rogó Isaac a Yahveh por su mujer, que era estéril. Le escuchó Yahveh y Rebeca, su mujer, concibió.

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Génesis 25:21
24 Tagairtí Cros  

Pero Dios tuvo compasión de Raquel y respondiendo a sus oraciones, hizo que quedara embarazada


que Dios escuchó su oración y lo perdonó. Además, le permitió volver a Jerusalén para reinar sobre Judá. En vista de ello, Manasés tuvo que reconocer que su Dios era el Dios verdadero.


Así que ayunamos y oramos a Dios pidiéndole que nos cuidara; y él nos escuchó.


Los hijos que tenemos son un regalo de Dios. Los hijos que se tienen son nuestra recompensa.


Tú atiendes los deseos de los que te honran; les das lo que te piden y los pones a salvo.


¡Llámame cuando tengas problemas! Yo vendré a liberarte, y tú proclamarás mi grandeza».


Dios mío, tú habitas en Sion y mereces nuestras alabanzas; mereces que cumplamos las promesas que te hacemos.


Cuando me llame, le responderé y estaré con él en su angustia; lo libraré y lo llenaré de honores,


Lo que más teme el malvado es precisamente lo que le sucede; en cambio, al que es honrado, se le cumplen sus deseos.


Por eso, yo, el Dios Santo que formó al pueblo de Israel, os digo: «No podéis pedirme cuentas sobre el comportamiento con mi pueblo ni enseñarme lo que debo hacer.


«Si me llaman, les responderé; si me piden ayuda, les diré: "Aquí estoy". Si dejan de maltratar a los demás y no los insultan ni los maldicen,


Antes de que me llamen, yo les responderé; antes de que terminen de hablar, ya los habré escuchado.


Pero el ángel le dijo: —¡No tengas miedo, Zacarías! Dios ha escuchado tus oraciones. Tu mujer Elisabet tendrá un hijo, y lo llamarás Juan.


No tenían hijos, porque Elisabet no podía quedar embarazada y, además, los dos eran muy viejos.


y le hizo esta promesa: —Dios todopoderoso, yo soy tu humilde servidora. Mira lo triste que estoy. Date cuenta de lo mucho que sufro; no te olvides de mí. Si me das un hijo, yo te lo entregaré para que te sirva solo a ti todos los días de su vida. Como prueba de que te pertenece, nunca se cortará el cabello.


Entonces Elí le contestó: —Vete tranquila, y que el Dios de Israel te conceda lo que has pedido.


Elcaná tenía dos mujeres: Peniná y Ana. Peniná tenía hijos, pero Ana no tenía ninguno.


Yo le pedí este niño, y él me lo concedió.


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