Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Génesis 23:6 - Biblia Lenguaje Básico

6 —¡Mira, señor! Todos nosotros te consideramos una persona muy importante. Entierra a tu mujer en la mejor de nuestras tumbas, que ninguno de nosotros te la negará.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

6 Óyenos, señor nuestro; eres un príncipe de Dios entre nosotros; en lo mejor de nuestros sepulcros sepulta a tu muerta; ninguno de nosotros te negará su sepulcro, ni te impedirá que entierres tu muerta.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

6 usted es un príncipe de honor entre nosotros. Escoja la mejor de nuestras tumbas y entiérrela allí. Ninguno de nosotros se negará a ayudarle en ese sentido.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Escúchanos, señor: entre nosotros tú eres un príncipe de Dios. Sepulta a tu difunta en la mejor de nuestras sepulturas, pues ninguno de nosotros te negará una tumba para tu difunta.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

6 Óyenos, señor mío, tú eres en medio de nosotros un príncipe de ’Elohim. Sepulta a tu difunta en lo más escogido de nuestros sepulcros. Ninguno de nosotros te negará su sepulcro para sepultar a tu difunta.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 'Escucha, señor nuestro. Tú eres entre nosotros como un príncipe de Dios; sepulta, pues, a tu difunta en la mejor de nuestras sepulturas. Ninguno de nosotros te negará su sepulcro para que sepultes en él a tu difunta'.

Féach an chaibidil Cóip




Génesis 23:6
19 Tagairtí Cros  

Para entonces Abrán ya era muy rico, pues tenía oro, plata y muchos ganados.


que a su sobrino Lot se lo habían llevado prisionero, Abrán juntó a todos sus sirvientes para luchar. Eran trescientos dieciocho hombres, y con ellos persiguió a los cuatro reyes hasta Dan.


así que ella se rio y pensó: «Eso sería muy bonito, pero mi marido y yo somos demasiado viejos para tener un hijo».


Pero ahora devuélvele su mujer a ese hombre. Él es profeta y va a orar por ti para que vivas. Si no se la devuelves, te aseguro que tú y los tuyos moriréis.


Por esos días, Abimélec fue a visitar a Abrahán. Lo acompañó Picol, que era el capitán de su ejército. Al llegar, Abimélec dijo a Abrahán: —He visto que Dios te ayuda en todo lo que haces.


Abrahán se puso de pie y con mucho respeto,


Rebeca le dijo: —Bebe, señor mío. Y sosteniendo el cántaro con sus manos le dio de beber.


es muy rico; Dios le ha bendecido mucho y le ha dado ovejas, ganado, plata, oro, sirvientes, sirvientas, camellos y burros.


le dirás que son míos, pero que yo se los regalo. Dile también que yo vengo detrás de vosotros.


A lo que ellos contestaron: —¡De ninguna manera, señor! Nosotros somos tus siervos y solo hemos venido a comprar trigo.


¿Por qué habéis robado la copa que mi señor usa para beber y también para adivinar el futuro? Realmente os habéis portado muy mal con él.


Sabes que desde nuestra tierra trajimos de vuelta el dinero que encontramos en nuestros sacos. ¿Por qué habríamos de robar el oro y la plata de tu señor?


Aarón le contestó: —Por favor, no te enfades conmigo. Tú sabes bien que a este pueblo le gusta hacer el mal.


Esto dice también Dios a Israel: «Los campesinos de Egipto, los comerciantes de Etiopía y los habitantes de Sabá, que son todos muy altos, desfilarán ante ti y se volverán tus esclavos. Se arrodillarán ante ti y te dirán: "Solo en medio de ti está Dios; fuera de él no hay ningún otro Dios"».


Entonces Rut dijo a Boaz: —¿Cómo podré pagarte lo que has hecho por mí? Has sido muy bueno conmigo y aunque ni siquiera puedo compararme con una de tus criadas, me has hecho sentir muy a gusto.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí