Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Génesis 23:19 - Biblia Lenguaje Básico

19 Una vez cerrado el trato, Abrahán enterró a Sara en esa cueva, que está en Hebrón, frente al encinar de Mamré, en la región de Canaán.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

19 Después de esto sepultó Abraham a Sara su mujer en la cueva de la heredad de Macpela al oriente de Mamre, que es Hebrón, en la tierra de Canaán.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Después Abraham enterró a su esposa, Sara, allí en Canaán, en la cueva de Macpela, cerca de Mamre (también llamado Hebrón).

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Después Abrahán sepultó a Sara, su mujer, en la cueva que está en el campo de Macpelá, frente a Mambré, en Canaán.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

19 Después de esto, sepultó Abraham a Sara su mujer en la cueva del campo de la Makpelah, frente a Mamre, que es Hebrón, en tierra de Canaán.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Después de esto, Abrahán sepultó a Sara, su mujer, en la cueva del campo de Macpelá, frente a Mamré, que es Hebrón, en tierra de Canaán.

Féach an chaibidil Cóip




Génesis 23:19
14 Tagairtí Cros  

De esta manera, los hititas cedieron a Abrahán en propiedad el campo y la cueva que había en él para que le sirviera de sepultura.


Tendrás que trabajar muy duro para conseguir comida. Así será hasta el día en que mueras y vuelvas a la tierra de la que fuiste tomado. Tú no eres más que tierra, ¡y a la tierra tendrás que volver!


Cuando yo muera, saca mis restos de aquí y entiérralos donde están enterrados mis antepasados. José le prometió hacerlo así.


y un día me arrojarás a la tumba, que es el destino de todos.


Cuando llegue ese día, darán miedo las alturas y los peligros del camino. Entonces el almendro dejará de florecer, los saltamontes serán carga pesada y la alcaparra no servirá para nada. Cuando llegue ese día, iremos a la morada eterna y en las calles las plañideras lamentarán nuestra muerte.


Cuando llegue ese día, volveremos a ser polvo, porque polvo fuimos y el espíritu volverá a Dios, pues él fue quien lo dio.


Podemos vivir muchos años, y llegar a tener cien hijos, pero si no disfrutamos de las cosas buenas de la vida, ni tampoco nos entierran como se debe, yo digo que un niño que nace muerto ha tenido mejor suerte que nosotros.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí