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Éxodo 9:18 - Biblia Lenguaje Básico

18 mañana a esta hora haré caer unos granizos tan grandes y pesados como no se han visto en toda la historia de Egipto.

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Biblia Reina Valera 1960

18 He aquí que mañana a estas horas yo haré llover granizo muy pesado, cual nunca hubo en Egipto, desde el día que se fundó hasta ahora.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Por eso, mañana, a esta misma hora, enviaré la granizada más devastadora que haya habido en toda la historia de Egipto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Pues bien, mañana a esta misma hora, haré llover una granizada tan fuerte como no ha habido otra en Egipto desde el día en que fue fundado hasta hoy.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 He aquí que Yo, mañana a esta hora haré llover una granizada tan recia cual nunca hubo en Egipto desde el día en que se fundó hasta ahora.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Pero mira que mañana, a esta misma hora, haré llover una granizada tan fuerte como no la hubo igual en Egipto desde el día en que fue fundado hasta hoy.

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Éxodo 9:18
14 Tagairtí Cros  

Entonces Jezabel mandó un mensajero a decirle a Elías: —Te voy a matar como tú hiciste con los profetas de Baal. Que los dioses me castiguen sin piedad si mañana, a esta misma hora, no estás muerto.


Además, mañana, a esta misma hora, enviaré a mis oficiales para que registren tu palacio y las casas de tus funcionarios; se apoderarán de todo lo que les guste y se lo llevarán.


Eliseo respondió: —Poned atención a lo que dice Dios: Mañana a esta hora, a la entrada de la ciudad de Samaría, con una moneda de plata se podrán comprar tres kilos de harina o seis kilos de cebada.


El profeta había anunciado al rey que a la misma hora del día siguiente, a la entrada de la ciudad de Samaría, podrían comprarse por una moneda de plata tres kilos de harina o seis kilos de cebada.


Todo ello es Dios quien lo envía: para unos como bendición, para otros como castigo.


¿Has estado en los depósitos donde guardo la nieve y el granizo?


Yo los tengo guardados para tiempos de desgracia, para días de guerra y de combate.


¡Persíguelos con tus tormentas! ¡Asústalos con tus tempestades! ¡Sé para ellos como el fuego que devora bosques y montañas!


y llenarán todo el país de Egipto. Ni tus padres ni tus abuelos vieron jamás algo parecido. Cuando Moisés salió de la presencia del faraón,


Nunca antes habéis sufrido en Egipto una desgracia tan grande, ni nunca más volveréis a sufrirla.


Dile que si insiste en no dejar salir a mi pueblo,


y del cielo cayeron grandes granizos sobre la gente. Los granizos eran como pedruscos que pesaban más de cuarenta kilos. Y la gente seguía maldiciendo a Dios, porque aquellos granizos eran un castigo demasiado terrible.


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