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Éxodo 25:30 - Biblia Lenguaje Básico

30 La mesa es para que se ponga en ella el pan que vosotros debéis ofrecerme siempre.

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Biblia Reina Valera 1960

30 Y pondrás sobre la mesa el pan de la proposición delante de mí continuamente.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

30 Coloca sobre la mesa el pan de la Presencia para que esté siempre delante de mí.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

30 Y sobre la mesa tendrás siempre puestos ante mi presencia los panes de la ofrenda.

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La Biblia Textual 3a Edicion

30 Y ante mí pondrás el pan de la proposición sobre la mesa perpetuamente°.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

30 Sobre la mesa colocarás ante mí, perpetuamente, el pan de la presencia'.

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Éxodo 25:30
20 Tagairtí Cros  

Salomón también mandó hacer todos los demás utensilios que había en el Templo de Dios. Los de oro puro eran: el altar, la mesa donde se colocaban los panes ofrecidos a Dios, los diez candelabros que había delante del Lugar Santísimo —cinco a la derecha y cinco a la izquierda— junto con sus adornos florales, sus lámparas y sus tenacillas, las copas, las tijeras para cortar mechas, las vasijas, las cucharillas, los incensarios, las bisagras de las puertas del Lugar Santísimo y las bisagras de la puerta de la entrada principal del Templo.


Los encargados de preparar los panes que todos los sábados se ofrecían a Dios eran de la tribu de Leví, y descendientes de Queat.


Tal y como Dios lo mandó, cada mañana y cada tarde ellos le ofrecen sacrificios e incienso, colocan los panes de la ofrenda sobre la mesa preparada para ello y todas las tardes encienden las lámparas del candelabro de oro. Cumplimos así lo que Dios ha dispuesto sobre el servicio del culto, mientras que vosotros lo habéis abandonado.


harán la mesa donde se colocan los panes de la ofrenda con todos sus utensilios;


poniendo los panes sobre la mesa, tal como Dios se lo había ordenado.


Trae la mesa donde se colocan los panes dedicados a Dios y coloca sobre ella todos sus utensilios. Trae también el candelabro y prepara sus lámparas.


de altar, hecho totalmente de madera, que medía un metro y medio de alto, un metro de largo y un metro de ancho. El hombre que me mostraba todo esto me dijo: —Esta es la mesa que está delante de Dios.


Pero vosotros, los sacerdotes, hacéis todo lo contrario: me faltáis al respeto y pensáis que es despreciable mi altar y las ofrendas que allí se me presentan. Os quejáis de que vuestro trabajo es muy pesado y con ello me despreciáis.


Sobre la mesa donde se ponen los panes consagrados a mí, extenderán una tela azul, y sobre ella pondrán los platos, las cucharas, las copas y las jarras para las ofrendas de vino. También pondrán el pan que se ofrece todos los días.


Entraron en la casa de Dios y comieron el pan sagrado. Ni a David ni a sus compañeros les estaba permitido comer ese pan. Solo los sacerdotes podían comerlo.


Un santuario que se construyó de la siguiente manera: en su primera parte, llamada el Lugar Santo, estaban el candelabro y la mesa donde se ponían los panes ofrecidos a Dios.


Lo que sí te pido es que me des cinco panes o cualquier otra cosa que tengas a mano.


—Solo tengo el pan que usamos en el santuario —le contestó el sacerdote—. Te lo puedo dar, siempre y cuando ni tú ni tus hombres hayáis tenido relaciones sexuales.


—No te preocupes —respondió David—; si ni siquiera cuando salimos a un viaje de rutina tenemos relaciones sexuales con nuestras mujeres, mucho menos ahora.


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