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Éxodo 2:11 - Biblia Lenguaje Básico

11 Años después, cuando Moisés ya era adulto, fue al lugar donde los hombres de su pueblo trabajaban como esclavos. De pronto vio que un egipcio maltrataba a un israelita;

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

11 En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas, y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Muchos años después, cuando ya era adulto, Moisés salió a visitar a los de su propio pueblo, a los hebreos, y vio con cuánta dureza los obligaban a trabajar. Durante su visita, vio que un egipcio golpeaba a uno de sus compatriotas hebreos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Tiempo después, siendo Moisés ya mayor, se preocupó por sus hermanos y entonces fue cuando comprobó sus penosos trabajos. Le tocó ver cómo un egipcio golpeaba a un hebreo, a uno de sus hermanos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Sucedió en aquellos días que, siendo ya mayor, Moisés salió a sus hermanos y observó su servidumbre.° Vio también a un egipcio que azotaba a un hebreo de entre sus hermanos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Un día, cuando Moisés era ya mayor, salió a visitar a sus hermanos y fue testigo de las cargas que pesaban sobre ellos. Vio cómo un egipcio golpeaba a un hebreo, a uno de sus hermanos.

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Éxodo 2:11
13 Tagairtí Cros  

Para humillar a los israelitas, los egipcios los pusieron a las órdenes de capataces que los trataban con gran dureza mientras construían las ciudades de Pitón y Ramsés. En esas ciudades el faraón guardaba sus provisiones.


Pero Dios siguió diciéndole: —Yo sé muy bien que mi pueblo Israel está sufriendo mucho en Egipto. He escuchado sus gritos pidiéndome ayuda y he visto cómo los egipcios los maltratan.


Pero como no podían hacerlo, los capataces del faraón golpeaban a los encargados israelitas que habían puesto para vigilar el trabajo. Les decían: —Ya lleváis dos días sin que hayáis entregado la misma cantidad de ladrillos.


Pero el faraón contestó a Moisés y a Aarón: —Estáis apartando al pueblo de su trabajo. ¡Id y cumplid con vuestra obligación! Precisamente ahora que el pueblo es numeroso, ¿pretendéis que abandone sus tareas?


Hacedlos trabajar más todavía y mantenedlos tan ocupados que no tengan tiempo de hacer caso a las mentiras que les cuentan.


Así que vete y diles a los israelitas que yo soy su Dios, el que les va a liberar de la opresión de los egipcios y les va a librar de la esclavitud que ahora tienen que soportar; diles que con gran poder los rescataré y que castigaré duramente a los egipcios.


En adelante vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios. Así sabréis que yo soy el Señor, vuestro Dios, el que os libró de ser esclavos de los egipcios.


¡Pues no es ese el ayuno que yo quiero! El ayuno que a mí me agrada es que liberéis a los presos encadenados injustamente, que deis la libertad a los esclavos, que dejéis de oprimir a los maltratados y que acabéis con toda injusticia.


Vosotros vivís siempre angustiados; siempre preocupados. Venid a mí, y yo os daré descanso.


El Espíritu de Dios está sobre mí, porque me ha elegido para dar buenas noticias a los pobres. Dios me ha enviado a anunciar libertad a los prisioneros, a devolver la vista a los ciegos, a rescatar a los que son maltratados


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