Cuando el ejército de Judá llegó hasta el lugar donde se ve el desierto, solo vieron un montón de cadáveres esparcidos por todos lados. ¡Nadie había quedado con vida! Entonces Josafat y su ejército fueron a apoderarse de las pertenencias de sus enemigos. Encontraron gran cantidad de alimentos, ropa y utensilios valiosos; era tanto lo que había, que pasaron tres días recogiéndolo todo, y ni aun así pudieron llevárselo.