Éxodo 12:3 - Biblia Lenguaje Básico3 Decid a todos los israelitas que el día diez de este mes cada familia debe conseguir un cordero o un cabrito, uno por casa. Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 19603 Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente3 Anuncien a toda la comunidad de Israel que el décimo día de este mes cada familia deberá seleccionar un cordero o un cabrito para hacer un sacrificio, un animal por cada casa. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)3 Hablen a la comunidad de Israel y díganle: El día décimo de este mes tome cada uno un cordero por familia, un cordero por casa. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion3 Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: El día diez de este mes tome cada uno un cordero, según sus familias paternas, un cordero por hogar. Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 19753 Hablad a toda la comunidad de Israel y decidles: el día diez de este mes cada uno tome un cordero por familia, un cordero por casa. Féach an chaibidil |
Los animales deben ser machos, de tan solo un año de edad, y sin ningún defecto. Pero aseguraos de que el animal que elijáis alcance para todos, según lo que cada miembro de la familia acostumbre a comer. Si alguna familia es muy pequeña como para comerse todo el animal, deberá compartirlo con la familia vecina.
Habían pasado veinticinco años desde que llegamos presos a Babilonia, y catorce años desde la destrucción de Jerusalén. El día diez del primer mes, el mes de Abib, al comenzar el año, Dios me llenó de su poder y me llevó al territorio de Israel. Allí me colocó sobre una montaña muy alta y, al mirar hacia el sur, pude ver muchas construcciones, como las de una ciudad.
Por lo tanto, dejad de pecar. El pecado es como levadura vieja, que a todos echa a perder. Si dejáis de pecar, seréis personas nuevas, como los panes nuevos y sin levadura que se comen en la Pascua. Nuestra nueva vida es como la fiesta de la Pascua. Nuestro cordero de la Pascua es Cristo, que fue sacrificado en la cruz. Nosotros somos como el pan de la fiesta, y debemos ser como el pan sin levadura, es decir, sinceros y honestos. No seamos malos ni hagamos daño a nadie, pues seríamos como el pan que se hace con levadura vieja.