Después, le pidieron permiso al rey Ciro para que los habitantes de Tiro y de Sidón cargaran sus barcos con madera de cedro del Líbano y la llevaran hasta el puerto de Jope. Pagaron a esta gente con bebida, aceite y toda clase de alimentos; en cuanto a los albañiles y carpinteros les dieron el dinero necesario para comenzar su trabajo.