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Eclesiastés 12:1 - Biblia Lenguaje Básico

1 Acuérdate de tu creador ahora que eres joven. Acuérdate de tu creador antes de que vengan los días malos. Llegará el día en que digas: «Ya no me produce gusto vivir».

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

1 Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 No dejes que la emoción de la juventud te lleve a olvidarte de tu Creador. Hónralo mientras seas joven, antes de que te pongas viejo y digas: «La vida ya no es agradable».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que lleguen los días malos, y los años que se acercan, de los cuales dirás: 'No espero más de ellos',

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Acuérdate de tus Creadores° en los días de tu juventud, Antes que vengan los días malos, Y se acerquen los años en que digas: No tengo en ellos contentamiento.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Piensa en tu Creador durante tu juventud, antes de que vengan los días malos y lleguen los años en que digas: 'No me gustan';

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Eclesiastés 12:1
40 Tagairtí Cros  

A José le fue muy bien en la casa de su amo egipcio, pues Dios estaba con él.


El carcelero no tenía que vigilar a José, porque Dios le ayudaba y hacía que todo le saliera bien.


Pero Barzilay le respondió: —Ya me queda poco tiempo de vida como para ir con el rey a Jerusalén.


Tengo ochenta años, y no quiero ser una carga para el rey, mi señor. Ya no distingo lo bueno de lo malo. Ya no disfruto de la comida, pues no la saboreo; tampoco puedo oír ya bien la voz de los cantantes.


Todo el pueblo de Israel llorará por él y lo sepultará. De la familia de Jeroboán solo él será sepultado, porque solo en él, de entre toda la familia de Jeroboán, ha encontrado el Dios de Israel algo que le agrade.


Por eso, si oís la trompeta, acudid enseguida en nuestra ayuda. Nuestro Dios luchará por nosotros.


De nada me habría servido su ayuda, pues era gente sin fuerza.


Dios mío, por las noches pronuncio tu nombre; quiero seguir tus enseñanzas,


¡Con mis labios te alabaré y daré gritos de alegría! ¡Eso me dejará más satisfecho que la más deliciosa comida!


Si las fuerzas nos acompañan, podemos vivir setenta años, y aun llegar a los ochenta; pero es inútil tarea llevar una vida de angustias y problemas que pasa pronto, lo mismo que nosotros.


Educa a tu hijo desde niño, y aun cuando llegue a viejo seguirá tus enseñanzas.


Yo amo a los que me aman, y me dejo encontrar por todos los que me buscan.


Deja de preocuparte y procura librarte del sufrimiento, pero ten presente que también la adolescencia y la juventud son pura ilusión.


Repártelo entre siete u ocho, pues no sabes qué desgracia puede venir sobre el país.


Pero aunque vivamos muchos años y todo ese tiempo lo vivamos felices, no debemos olvidar que nos esperan muchos días de oscuridad, y que el mañana solo es ilusión.


Siguiendo la senda de tus enseñanzas nosotros esperamos en ti, oh Dios. Solo deseamos recordarte y honrar tu nombre.


aprendamos desde nuestra juventud a soportar el sufrimiento.


Estos cuatro jóvenes recibieron de Dios gran inteligencia y sabiduría para entender toda clase de libros y de ciencias. Además, Daniel entendía el significado de los sueños y las visiones.


Los pueblos extranjeros están acabando con Israel, pero él ni siquiera se entera. Se está haciendo viejo, pero tampoco se da cuenta.


Tu hijo va a ser muy importante ante Dios. No beberá vino ni cualquier otro licor, y el Espíritu Santo estará con él desde antes de que nazca.


Entonces Jesús llamó a los niños, y dijo a sus discípulos: —Dejad que los niños se acerquen a mí. No se lo impidáis, porque el reino de Dios es de los que son como ellos.


Y vosotros, padres, no hagáis enfadar a vuestros hijos. Más bien educadlos y dadles enseñanzas cristianas.


Más bien, debéis recordar que fue Dios quien os dio todo eso, y que lo hizo para cumplir la promesa que dio a vuestros antepasados.


Recuerda que desde niño has leído las sagradas Escrituras y que sus enseñanzas pueden hacerte sabio y conducirte a la salvación por medio de la fe en Jesucristo.


Por eso ahora se lo entrego a Dios para que le sirva todos los días de su vida. Y todos ellos adoraron a Dios.


Pero Dios le dijo: —Samuel, no te fijes en su apariencia ni en su gran estatura. Este no es mi elegido. Yo no me fijo en las apariencias; yo me fijo en el corazón.


El niño Samuel, por el contrario, servía fielmente a Dios. Samuel se vestía con ropa de lino, como los sacerdotes.


Mientras tanto, el niño Samuel seguía creciendo, y Dios y la gente lo querían mucho.


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