Daniel 5:9 - Biblia Lenguaje Básico

⁹ Por eso el rey se preocupó mucho y se quedó pálido. También sus consejeros estaban muy confundidos.

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Biblia Reina Valera 1960

⁹ Entonces el rey Belsasar se turbó sobremanera, y palideció, y sus príncipes estaban perplejos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁹ Así que el rey se asustó aún más y se puso pálido. Sus nobles también estaban perturbados.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁹ El rey Belsasar se espantó más aún, estaba ya sin colores y sus altos funcionarios estaban muy asustados.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁹ Entonces el rey Belsasar se turbó sobremanera, y palideció, y sus príncipes estaban perplejos.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁹ Entonces el rey Baltasar se horrorizó, se le mudó el color del rostro y sus magnates quedaron consternados.

Daniel 5:9 Tagairtí Cros

Salmos 18:14

De pronto, en el cielo se oyó una voz de trueno: ¡era la voz del Dios altísimo que se dejó escuchar entre granizos y carbones encendidos!

Salmos 48:6

pero cuando la vieron quedaron asustados y, llenos de miedo, echaron a correr.

Jeremías 30:6

¿Por qué están pálidos los hombres? ¡Los veo retorcerse de dolor, como si fueran a tener un hijo! ¡Preguntad a ver si es posible que los hombres den a luz!

Jeremías 6:24

Nos ha llegado, ¡oh Dios!, la noticia y tenemos mucho miedo; es tanto nuestro sufrimiento que parecemos una mujer a punto de tener un hijo.

Daniel 2:1

El año segundo de su reinado, Nabucodonosor tuvo unos sueños muy extraños y se quedó tan inquieto que ya no podía ni dormir. Entonces mandó llamar a todos los sabios y adivinos que había en su reino para que le explicaran el significado de sus sueños. Los sabios y adivinos se presentaron ante el rey,

Daniel 5:6

se puso blanco y comenzó a temblar de miedo.

Mateo 2:3

El rey Herodes y todos los habitantes de Jerusalén se pusieron muy nerviosos cuando oyeron hablar de esto.

Apocalipsis 6:15

Entonces todos los reyes de la tierra junto con toda la gente importante se escondieron en las cuevas y entre las rocas de las montañas. Y lo mismo hicieron los comandantes de los ejércitos, los ricos, los poderosos, los esclavos y los que eran libres.