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Daniel 3:25 - Biblia Lenguaje Básico

25 —Entonces —dijo el rey—, ¿cómo es que yo veo a cuatro? Todos ellos están desatados y andan paseándose por el horno sin que les pase nada. Además, ¡el cuarto joven parece un ángel!

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

25 Y él dijo: He aquí yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante a hijo de los dioses.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

25 —¡Miren! —gritó Nabucodonosor—. ¡Yo veo a cuatro hombres desatados que caminan en medio del fuego sin sufrir daño! ¡Y el cuarto hombre se parece a un dios!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

25 De pie, en medio del fuego, Azarías abrió la boca y oró de esta manera:

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La Biblia Textual 3a Edicion

25 Pero él repondió: ¡Mirad! Estoy viendo a cuatro varones sueltos que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño, y el aspecto del cuarto es semejante a un hijo de los dioses.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 Azarías, puesto de pie en medio de las llamas, abrió sus labios y oró así:

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Daniel 3:25
20 Tagairtí Cros  

Un día en que los ángeles se presentaron ante Dios, llegó también el ángel acusador.


¡Tú no estabas allí mientras cantaban las estrellas y los ángeles danzaban!


Una y otra vez vendrá a librarte del mal, y no dejará que nada te dañe.


Cuando el humilde clama a Dios, él escucha su grito, y lo salva de todas sus angustias.


Al cielo nadie ha subido; del cielo nadie ha bajado. No hay nadie que pueda retener el viento en su puño, ni envolver el mar en su manto. Nadie sabe quién puso los límites de la tierra; nadie conoce su nombre, ni sabe quién es su hijo.


Aunque tengas graves problemas, yo siempre estaré contigo; cruzarás ríos y no te ahogarás, caminarás a través del fuego y no te quemarás


Esa gente luchará contra ti, pero no te podrá vencer, porque yo estaré a tu lado para cuidarte. Soy yo, Dios, quien lo asegura.


Cuando Nabucodonosor vio esto, se levantó rápidamente lleno de asombro y preguntó a sus consejeros: —¿No hemos arrojado al horno a tres jóvenes con las manos atadas? —Así es majestad. Respondieron los consejeros.


El rey exclamó: —Bendito sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abednegó, que envió a su ángel para salvarlos. Tanto confían ellos en su Dios, que no quisieron obedecer mis órdenes. Estaban dispuestos incluso a morir, antes que adorar a otro dios que no fuera el suyo.


Mi Dios envió a su ángel para cerrar la boca a los leones e impedir que me hicieran daño. Dios sabe que soy inocente y que no he hecho nada malo contra el rey.


agarrar serpientes o beber algo venenoso, sin que nada les pase. Además, pondrán las manos sobre los enfermos y los curarán.


El ángel le contestó: —El Espíritu Santo vendrá sobre ti; el Dios altísimo te envolverá con su poder. Por eso, el niño que ha de nacer vivirá completamente dedicado a Dios y será llamado «Hijo de Dios».


Pablo arrojó la víbora al fuego.


¿Quién podrá haceros daño, si vosotros solo buscáis hacer el bien? ¡Nadie!


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