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Apocalipsis 18:14 - Biblia Lenguaje Básico

14 Y dirán a Babilonia: Ya no tienes los frutos maduros que tanto te gustaban; has perdido para siempre todos tus lujos y riquezas.

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Biblia Reina Valera 1960

14 Los frutos codiciados por tu alma se apartaron de ti, y todas las cosas exquisitas y espléndidas te han faltado, y nunca más las hallarás.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 «De las delicias que tanto amabas, ya no queda nada —claman los comerciantes—. Todos tus lujos y el esplendor se han ido para siempre y ya nunca volverán a ser tuyos».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Dirán: 'Ya no verás más las frutas que ansiabas. Se acabó para ti el lujo y esplendor, y jamás volverán.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 La fruta de la codicia de tu alma se apartó de ti, y todas las cosas exquisitas y espléndidas se te desvanecieron,° y nunca jamás las hallarán.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 tus frutos maduros que tanto apetecías se fueron lejos de ti, todo lo precioso y espléndido se perdió para ti y nunca volverá.

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Apocalipsis 18:14
12 Tagairtí Cros  

Eran tantas sus ganas de comer que allí, en pleno desierto, pusieron a prueba a Dios y le exigieron comida.


Se les metió en la cabeza poner a Dios a prueba, y le pidieron comida a su antojo.


Por eso llamaron a ese lugar Kibrot-Hatavá, nombre que significa «tumbas del apetito», porque allí fueron enterrados los que solo pensaban en comer.


La gente de fuera que se había mezclado con los israelitas sintió hambre y, junto con los propios israelitas, comenzó a quejarse diciendo: —«¡Quién pudiera comer carne!


¿Se trataba de alguien vestido con ropa muy lujosa? Recordad que los que se visten así, viven en los palacios de los reyes.


Pero Dios le dijo: «¡Qué necio eres! Esta misma noche vas a morir, y otros disfrutarán de todo esto que has guardado».


Pero Abrahán le respondió: «Recuerda hijo que cuando estabais vivos, a ti te iba muy bien, y a Lázaro, muy mal. Ahora, él es feliz aquí, mientras que a ti te toca sufrir.


De esto que le sucedió a nuestro pueblo, tenemos que aprender nuestra propia lección. No debemos desear hacer el mal como ellos.


Sois tan envidiosos que quisierais tenerlo todo y, para conseguirlo, sois capaces hasta de luchar, matar y provocar una guerra. No tenéis porque no pedís.


cargamentos de canela y de especias aromáticas, perfumes y aceites perfumados; cargamentos de vino, aceite, harina fina y trigo; cargamentos de ganado: ovejas, caballos; y también carrozas, esclavos y hasta seres humanos.


Y los comerciantes, que se hicieron ricos vendiendo todo esto a Babilonia, se mantendrán alejados temblando de miedo al ver su castigo. Y entre lágrimas y lamentos


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