Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Amós 5:11 - Biblia Lenguaje Básico

11 humilláis a los pobres y les quitáis el pan de la boca al cobrarles altos impuestos. Por eso no podréis disfrutar de las lujosas casas que habéis construido, ni tampoco beberéis el vino de los hermosos viñedos que plantasteis.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

11 Por tanto, puesto que vejáis al pobre y recibís de él carga de trigo, edificasteis casas de piedra labrada, mas no las habitaréis; plantasteis hermosas viñas, mas no beberéis el vino de ellas.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Pisotean a los pobres, robándoles el grano con impuestos y rentas injustas. Por lo tanto, aunque construyan hermosas casas de piedra, nunca vivirán en ellas. Aunque planten viñedos exuberantes, nunca beberán su vino.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Pues bien, ya que ustedes han pisoteado al pobre, exigiéndole una parte de su cosecha, esas casas de piedras canteadas que edifican no las van a ocupar, y de esas cepas escogidas que ahora plantan no probarán el vino.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

11 Ahora pues, por haber violentado al indigente, Exigiéndole el tributo° del trigo, Aunque edifiquéis casas de piedra labrada, No habitaréis en ellas, Aunque plantéis viñas escogidas° no beberéis su vino.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Porque habéis aplastado al indigente y tomáis de él tributo de grano, habéis construido casas de sillares pero no las habitaréis, habéis plantado viñas deliciosas pero no beberéis el vino.

Féach an chaibidil Cóip




Amós 5:11
30 Tagairtí Cros  

Ya no habrá en los campos alegría ni alboroto; ya no se oirá el canto de los vendimiadores ni se escucharán las canciones de los que pisan la uva en el lagar.


Sus soldados se adueñarán de todas tus riquezas y mercancías, derribarán tus murallas y tus hermosos palacios, y luego echarán al mar todos los escombros.


Los que sois fuertes habéis atacado y empujado a los débiles hasta hacerlos huir.


Por eso, pueblo de Israel, faltará el trigo en tus graneros y el vino en tus bodegas.


yo os castigaré duramente hasta causaros la ruina. Os enviaré enfermedades de las que no podréis sanar, y una fiebre que os dejará ciegos y sin fuerzas. Yo me apartaré de vosotros para que vuestros enemigos os destruyan; y será inútil que sembréis pues ellos comerán lo que plantéis. Bastará con que oigáis hablar de un ataque enemigo para que salgáis huyendo sin que nadie os persiga.


Esto dice el Dios de Israel: Vosotros, habitantes de Israel, habéis llegado al colmo de la maldad. Por eso, ¡no os perdonaré! Vendéis al que es bueno por unas cuantas monedas, y al que es pobre por un par de zapatos;


arrastráis por el suelo al desvalido y no hacéis justicia al humilde. Padre e hijo me ofenden al tener relaciones sexuales con una misma mujer.


Derribaré todas sus casas y todos sus palacios; derribaré las casas adornadas de marfil que los ricos construyeron para pasar el invierno y descansar en verano. Yo soy el Dios de Israel y cumpliré mi palabra.


Dad a conocer esto en los palacios de Asdod y en los palacios de Egipto. Decid a la gente que se reúna en los montes de Samaría. Que vea el desorden y la violencia que hay en esa ciudad.


Y vosotras, mujeres de Samaría, escuchad lo que tengo que deciros: Estáis gordas como vacas de la región de Basán; maltratáis y humilláis a los pobres, y pedís a vuestros maridos que os traigan vino para emborracharos.


Tomad esto en cuenta: Yo, el Dios de Israel, voy a destruir por completo todas las casas, grandes y pequeñas.


Hay dos cosas imposibles de hacer: correr a caballo entre las rocas y arar con bueyes en el mar. Pues vosotros habéis hecho lo que parecía imposible: habéis convertido la justicia en muerte y en tristeza la alegría del pueblo.


Escuchad bien esto, los que humilláis a los pobres y estáis acabando con ellos.


Pueblo de Israel, cuando llegue ese día, os haré volver a vuestro país. Entonces reconstruiréis ciudades y volveréis a habitarlas; plantaréis viñedos y beberéis su vino, sembraréis huertos y comeréis sus frutos.


Por eso convertiré a Samaría en un montón de ruinas, en campo que solo servirá para plantar viñedos en él. Esparciré sus piedras por el valle y dejaré al descubierto sus cimientos.


Si queréis terrenos, los robáis; si queréis casas, os apoderáis de ellas; maltratáis al dueño y a su familia, os adueñáis de todo lo que tiene.


Sembraréis trigo, pero no llegaréis a cosecharlo; exprimiréis las aceitunas, pero no podréis usar el aceite que saquéis: pisaréis las uvas en el lagar, pero no beberéis el vino.


Han construido casas, pero no habitarán en ellas; han cultivado viñas, pero no beberán el vino; ¡sus riquezas les serán quitadas, y sus casas serán destruidas!


Sembráis mucho y cosecháis poco; coméis, pero no saciáis vuestra hambre; bebéis, pero no calmáis vuestra sed; os abrigáis, pero seguís teniendo frío; el sueldo que os pagan no os alcanza para nada.


Si los habitantes de Edom, descendientes de Esaú, intentan reconstruir su país, yo, que soy el Dios todopoderoso, os aseguro que volveré a destruir lo que ellos construyan. La tierra de Esaú será conocida como «el país de la maldad», y su pueblo será conocido como «el pueblo con el que Dios siempre está airado».


Si alguno se compromete en matrimonio, no llegará a casarse, pues otro se quedará con su novia. Si alguno construye una casa, no llegará a habitarla. Y si alguno siembra un viñedo, no llegará a disfrutar de las uvas.


¿Cómo os atrevéis a maltratar y despreciar a los pobres? ¿Acaso no son los ricos quienes os maltratan y os llevan ante los jueces?


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí