Amós 3:1 - Biblia Lenguaje Básico1-2 Escuchad, israelitas, esta palabra que Dios pronuncia contra vosotros, contra todo el pueblo al que Dios hizo salir de Egipto: De todos los pueblos de la tierra, solo a vosotros os elegí, solo a vosotros os saqué de Egipto. Por eso voy a haceros pagar toda la maldad que habéis cometido. Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 19601 Oíd esta palabra que ha hablado Jehová contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que hice subir de la tierra de Egipto. Dice así: Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente1 Escuchen este mensaje que el Señor ha hablado contra ustedes, oh pueblo de Israel, contra toda la familia que rescaté de Egipto: Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)1 Escuchen, israelitas, esta palabra de Yavé que se refiere a ustedes y a todos los suyos, a quienes hizo salir de Egipto: Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion1 Oh hijos° de Israel, escuchad la palabra que YHVH habla contra vosotros, Contra toda la familia que saqué de la tierra de Egipto: Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 19751 Escuchad estas palabras que dice Yahveh contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que saqué de la tierra de Egipto. Féach an chaibidil |
quien dijo: —¡Rey Josafat y todos los que vivís en Judá y en Jerusalén, escuchad bien esto! Dios dice que será él quien luche contra ese ejército tan numeroso, así que no os alarméis ni tengáis miedo. Mañana mismo ellos subirán por la cuesta de Sis; salid a encontrarlos donde termina el torrente que está frente al desierto de Jeruel. Pero no los ataquéis; quedaos quietos allí y seréis testigos de cómo Dios os salvará. No temas, pues, Judá, ni pierdas el ánimo, Jerusalén. Salid mañana a su encuentro, que Dios está con vosotros.
Pueblo de Israel, escuchad este triste canto que entono por vosotros: Ya podéis daros por muertos. Quedaréis tendidos en el suelo y no volveréis a levantaros; seréis como una jovencita muerta que no volverá a la vida. No os irá bien en la guerra. Si de una ciudad salen mil soldados, solo cien volverán con vida; si de un pueblo salen cien soldados, solo diez volverán con vida. Si queréis seguir viviendo, debéis acudir a mí.