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2 Samuel 21:10 - Biblia Lenguaje Básico

10 Entonces Rispá, la viuda de Saúl, se vistió de luto y recostada sobre una piedra, se mantuvo al lado de los cuerpos de los siete muertos. Y no dejaba que los buitres se acercaran a los cadáveres durante el día, ni los animales salvajes durante la noche. Y así permaneció desde el tiempo de la siega, en que murieron, hasta el día en que llegaron las lluvias.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

10 Entonces Rizpa hija de Aja tomó una tela de cilicio y la tendió para sí sobre el peñasco, desde el principio de la siega hasta que llovió sobre ellos agua del cielo; y no dejó que ninguna ave del cielo se posase sobre ellos de día, ni fieras del campo de noche.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Después Rizpa, la hija de Aja y madre de dos de los hombres, extendió una tela áspera sobre una roca y permaneció allí toda la temporada de la cosecha. Ella evitó que las aves carroñeras despedazaran los cuerpos durante el día e impidió que los animales salvajes se los comieran durante la noche.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Rispá, hija de Ayía, tomó un saco y lo extendió para ella sobre una roca del cerro, y desde el principio de la cosecha hasta la época de las primeras lluvias, impidió que se acercaran a ellos de día las aves del cielo y de noche las fieras salvajes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Entonces Rizpa hija de Aja tomó una tela de saco y se la extendió sobre una roca, desde el comienzo de la siega hasta que cayó sobre ellos agua de los cielos, y no dejó que ninguna ave de los cielos se posara sobre ellos de día, ni las fieras del campo por la noche.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Rispá, hija de Ayá, tomó un saco y lo extendió para estarse sobre la roca. Y desde el comienzo de la siega hasta que cayeron sobre ellos las lluvias del cielo, no dejó que las aves del cielo se acercaran a ellos de día, ni las fieras del campo de noche.

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2 Samuel 21:10
19 Tagairtí Cros  

que dentro de tres días el faraón ordenará que te cuelguen de un árbol. Allí los buitres se comerán tu cuerpo.


Años atrás, cuando los filisteos mataron a Saúl y a Jonatán en Guilboa, colgaron sus cuerpos en las murallas de Betsán. Sin embargo, los de Jabés de Galaad consiguieron apoderarse de los cuerpos y los enterraron en su ciudad. Por eso ahora, al saber David lo que estaba haciendo Rispá, fue a Jabés de Galaad para pedir que le entregaran los huesos de Saúl y Jonatán.


¿Hay algún ídolo entre los paganos que pueda hacer llover? ¿Acaso envía agua el cielo por sí solo? Únicamente tú, Dios nuestro, puedes hacerlo y por eso confiamos en ti.


Tú y tus grandes ejércitos caerán muertos en los montes de Israel y con los cadáveres alimentaré a los buitres y a las fieras.


Tratemos de conocer a Dios; él vendrá a buscarnos lo mismo que amanece cada día. Vendrá a nosotros como lluvia, como la lluvia que cae en primavera y empapa la tierra.


Mugen nuestras vacas y balan nuestras ovejas. Los ganados se mueren de hambre porque ya no encuentran pastos.


Vosotros, habitantes de Jerusalén, ¡haced fiesta en honor de vuestro Dios! En el momento justo Dios os enviará la lluvia, como lo hacía en tiempos pasados: hará que llueva en primavera, así como llueve en otoño.


Yo soy vuestro Dios. Pedidme lluvia en primavera y yo haré que llueva en abundancia. Yo soy quien forma las tormentas y quien hace que den fruto los campos.


Dios os enviará sin falta la lluvia de otoño y de primavera. Así cosecharéis vuestro propio trigo, y no os faltarán el vino ni el aceite; tendréis abundancia de alimentos, y a vuestro ganado no le faltarán pastos.


Luego se quitará la ropa que llevaba puesta, se pondrá ropa nueva y se quedará a vivir allí. Se le concederá un mes para llorar por haber dejado a sus padres; pasado ese tiempo, el israelita podrá casarse con ella.


Moisés también dijo: —Si alguien comete un crimen y se le condena a morir ahorcado,


no se deberá dejar su cadáver en el árbol toda la noche, sino que lo enterraréis ese mismo día. Todo el que muere colgado de un árbol está bajo la maldición de Dios. Si se deja el cadáver colgado del árbol, Dios pondrá bajo maldición a todo el país. Así que no contaminéis la tierra que Dios os va a dar.


Hoy mismo Dios me ayudará a vencerte; te mataré y te cortaré la cabeza. Hoy mismo alimentaré a los buitres y a las bestias salvajes con tu cadáver y con los cadáveres de los soldados filisteos. ¡Y todo el mundo sabrá lo grande que es el Dios de Israel!


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