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2 Reyes 10:1 - Biblia Lenguaje Básico

1 Ajab tenía setenta hijos que vivían en Samaría. Por eso Jehú mandó cartas a los gobernantes de la ciudad, a los líderes del pueblo y a los tutores de los hijos de Ajab. En las cartas les decía:

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Biblia Reina Valera 1960

1 Tenía Acab en Samaria setenta hijos; y Jehú escribió cartas y las envió a Samaria a los principales de Jezreel, a los ancianos y a los ayos de Acab, diciendo:

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Acab tenía setenta hijos que vivían en la ciudad de Samaria. Así que Jehú escribió cartas y las envió a Samaria, a los ancianos y funcionarios de la ciudad y a los tutores de los hijos de Acab. Les escribió:

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Vivían en Samaría setenta hijos de Ajab. Jehú escribió unas cartas y las envió a Samaría. Mandaba decir a los jefes de la ciudad, a los ancianos y a los que educaban a los hijos de Ajab:

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Acab tenía setenta hijos en Samaria; y Jehú escribió cartas y las envió a Samaria, a los jefes de Jezreel, a los ancianos, y a los tutores de Acab, diciendo:

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Tenía Ajab setenta hijos en Samaría. Jehú escribió cartas que envió a Samaría, a los jefes de la ciudad, a los ancianos y a los preceptores de los hijos de Ajab, diciendo:

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2 Reyes 10:1
14 Tagairtí Cros  

Porque todo lo que Dios le ordenó decir en contra de los pequeños santuarios de Samaría se cumplirá.


Luego Omrí le compró a Sémer la montaña de Samaría por sesenta y seis kilos de plata. Allí edificó una ciudad con murallas, a la que llamó Samaría, en honor de Sémer, su dueño anterior.


Cuando murió, lo enterraron en Samaría. Su hijo Ajab le sucedió como rey.


La muchacha dijo a la mujer de Naamán: —¡Si mi señor fuera a ver al profeta Eliseo, que vive en Samaría, él lo curaría de la lepra!


huyó y se escondió en Samaría. Sin embargo, los hombres de Jehú lo atraparon, lo llevaron preso ante Jehú y lo mataron. Pero por respeto a su abuelo Josafat, que había servido fielmente a Dios, decidieron enterrarlo. Después de esto no quedó en la familia de Ocozías nadie que estuviera en condiciones de reinar en Judá.


Entonces Dios dijo a Oseas: El rey Jehú ha cometido muchos crímenes en el valle de Jezrael. Por lo tanto, en ese mismo valle castigaré a sus descendientes, derrotando a su ejército y acabando con el reino de Israel. Por eso, a tu hijo le pondrás por nombre Jezrael.


¡Yo no soy su padre ni su madre! ¡No tengo por qué cargar con ellos como si fuera una madre con un bebé de pecho y llevarlos al territorio que tú les vas a dar!


En todas las ciudades que os dé vuestro Dios y en cada tribu, nombraréis jueces y autoridades que deberán tratar a todos por igual. No romperéis las leyes y os portaréis con imparcialidad sin aceptar sobornos de nadie, pues los sobornos hacen que incluso una persona sabia y recta se corrompa.


Tuvo treinta hijos y todos ellos fueron gente importante. Poseían además, treinta ciudades en Galaad, que todavía se conocen como «las ciudades de Jaír».


donde tuvo muchos hijos —hasta setenta— con sus varias mujeres.


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