En la plaza conversó con algunos filósofos, unos eran de los que pensaban que lo más importante en la vida es ser feliz, y otros filósofos eran de los que enseñaban que la gente tiene que controlarse a sí misma para no hacer el mal. Algunos de ellos se preguntaban: —¿De qué habla este charlatán? Otros decían: —Parece que habla de dioses de otros países, pues habla de un tal Jesús y de la diosa Resurrección.