1 Samuel 31:8 - Biblia Lenguaje Básico

⁸ Al día siguiente, mientras los filisteos quitaban a los israelitas muertos sus objetos de valor, encontraron muertos en el monte de Guilboa a Saúl y a sus tres hijos.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

⁸ Aconteció al siguiente día, que viniendo los filisteos a despojar a los muertos, hallaron a Saúl y a sus tres hijos tendidos en el monte de Gilboa.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁸ Al día siguiente, cuando los filisteos salieron a despojar a los muertos, encontraron los cuerpos de Saúl y de sus tres hijos en el monte Gilboa.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁸ Al día siguiente los filisteos fueron a despojar a los muertos; hallaron muertos a Saúl y a sus tres hijos en los cerros de Guelboé.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁸ Al día siguiente aconteció que los filisteos fueron a despojar a los muertos, y hallaron a Saúl y a sus tres hijos tendidos en el monte Gilboa.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁸ Al día siguiente llegaron los filisteos para despojar a los muertos y encontraron a Saúl y a sus tres hijos tendidos en el monte de Gelboé.

1 Samuel 31:8 Tagairtí Cros

2 Samuel 1:20

¡No se lo digáis a nadie en Gat, no lo contéis por las calles de Ascalón! ¡Que no se alegren las ciudades filisteas, ni haga fiesta esa gente idólatra!

2 Samuel 1:21

¡Que nunca más vuelva a llover en los campos y colinas de Guilboa! ¡Fue allí donde se burlaron de los escudos de los valientes! ¡Fue allí donde perdió su brillo el escudo de Saúl!

1 Crónicas 10:8

Al día siguiente, mientras los filisteos quitaban a los israelitas muertos sus objetos de valor, encontraron muertos en el monte Guilboa a Saúl y a sus tres hijos.

1 Samuel 31:7

Cuando los israelitas que estaban al otro lado del valle, y también los que residían al otro lado del Jordán, vieron que el ejército de Israel había huido, y que Saúl y sus hijos estaban muertos, también ellos huyeron y abandonaron sus ciudades. Entonces llegaron los filisteos y ocuparon esas ciudades.

1 Samuel 31:9

Entonces a Saúl le cortaron la cabeza, le quitaron su armadura y enviaron mensajeros por todo el país filisteo para que anunciaran la noticia en los templos de sus dioses y entre toda la gente del país.