45 Pero David le contestó: —¡Y tú vienes a luchar conmigo con espada, lanza y jabalina! Pues yo vengo en el nombre del Dios todopoderoso, el Dios de los ejércitos de Israel, a quien te has atrevido a desafiar.
45 Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado.
45 David le respondió al filisteo: —Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo contra ti en nombre del Señor de los Ejércitos Celestiales, el Dios de los ejércitos de Israel, a quien tú has desafiado.
45 David respondió al filisteo: 'Tú me atacas con la espada, la lanza y la jabalina, pero yo me lanzo contra ti en nombre de Yavé de los ejércitos, el Dios de las tropas de Israel que has insultado.
45 Entonces David respondió al filisteo: Tú vienes contra mí con espada y lanza y jabalina, pero yo voy contra ti en el nombre de YHVH Sebaot, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado.
45 Respondió David al filisteo: 'Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, mientras que yo voy contra ti en nombre de Yahveh Sebaot, Dios de los ejércitos de Israel, al que has desafiado.
Luego oró a Dios, diciendo: —Dios nuestro, nos hemos atrevido a luchar en tu nombre contra este ejército tan grande, porque confiamos en ti. No hay nadie como tú para ayudar al débil y liberarlo del poderoso. Por eso te rogamos que nos ayudes. ¡Tú eres nuestro Dios! ¡Sabemos que nadie te puede vencer!
El rey de Asiria confía en su ejército; pero nosotros tenemos a Dios de nuestra parte, y él peleará por nosotros. Al oír al rey Ezequías, el pueblo se armó de valor.
David preguntó a los que estaban junto a él: —¿Qué habéis dicho que dará el rey a quien mate a ese filisteo y devuelva la honra a Israel? Porque ¿es acaso alguien ese filisteo para desafiar a los ejércitos de Dios?
Y si el león o el oso se me echaban encima, yo los golpeaba y les daba muerte. Y eso mismo voy a hacer con ese filisteo que ha desafiado a los ejércitos del Dios vivo.