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1 Pedro 4:17 - Biblia Lenguaje Básico

17 Porque ha llegado ya el momento de que Dios juzgue a todos y de que empiece por juzgar a su propio pueblo. Y si el juicio va a empezar por nosotros, ¡imaginaos lo que les espera a los que no obedecen el mensaje de Dios!

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Biblia Reina Valera 1960

17 Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Pues ha llegado el tiempo del juicio, y debe comenzar por la casa de Dios; y si el juicio comienza con nosotros, ¿qué terrible destino les espera a los que nunca obedecieron la Buena Noticia de Dios?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Ha llegado el tiempo del juicio, y éste empieza por la casa de Dios. Pues si comienza por nosotros, ¿qué fin tendrán los que se niegan a creer en el Evangelio?

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero por nosotros, ¿cuál será el fin de los que no obedecen al evangelio de Dios?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Porque es ya el tiempo de que comience el juicio por la casa de Dios. Y si empieza por nosotros, ¿cuál será el final de los que se rebelan contra el evangelio de Dios?

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1 Pedro 4:17
26 Tagairtí Cros  

Dios hará lo que ha planeado hacer contra el monte Sion y Jerusalén. Y una vez que lo haya cumplido, castigará al rey de Asiria por su orgullo y su arrogancia.


Ya he comenzado a castigar a Jerusalén, ciudad donde se me adora, y estáis muy equivocados si creéis que a vosotros no os castigaré, porque sí os voy a castigar, pues voy a traer la guerra que acabará con todos los habitantes de la tierra». Soy yo, Dios, quien lo asegura.


Dios dice también: Ciudad de Bosrá, no creas que escaparás del castigo. Si he castigado a las naciones que no debían sufrir ningún castigo, ¡con mayor razón te castigaré a ti! Yo soy el Dios de Israel, y te aseguro que serás destruida y humillada; ¡llegarás a ser el hazmerreír de todos! También las ciudades que de ti dependen quedarán en ruinas para siempre.


Esto es lo que dice el Dios todopoderoso: Voy a iniciar un juicio contra vosotros. Actuaré como testigo contra los que practican la brujería, contra los que son adúlteros, contra los que hacen juramentos falsos, contra los que explotan a sus trabajadores, contra los que abusan de las viudas y de los huérfanos, contra los que maltratan a los que no son israelitas y contra los que me faltan al respeto.


Porque si a mí, que no he hecho nada malo, me matan así, ¿qué les sucederá a los que hacen el mal?


Queridos hermanos de la iglesia de Roma: Yo soy siervo y apóstol de Jesucristo porque Dios me eligió para anunciar la buena noticia que él tiene para nosotros.


Todos los malvados serán castigados con dolor y sufrimiento; en primer lugar, los judíos, pero también los que no son judíos.


¡Ay, gálatas, qué tontos sois! ¡Hasta parece que estáis embrujados! Yo mismo os di una explicación clara de cómo murió Jesucristo en la cruz.


¡Con lo bien que ibais! ¿Quién hizo que os apartarais del verdadero mensaje?


Siempre que nos sea posible, hagamos el bien a todos, pero especialmente a los que forman la familia de la fe.


para que, si me retraso, sepas cómo hay que comportarse en la casa de Dios, es decir, en la Iglesia del Dios vivo, en la que se sostiene y fundamenta la verdad.


Abrahán tuvo fe en Dios, y por eso obedeció cuando Dios le ordenó que saliera del país en que vivía para ir a la tierra que le iba a dar en herencia, sin saber, además, adonde iba.


Si el mensaje que anunciaron los ángeles resultó ser verdad y quienes no lo obedecieron recibieron el castigo que merecían,


Dios también nos lo demostró por medio de muchas señales, de acciones maravillosas y de milagros. Además, a quienes él quiso, les dio las capacidades que concede el Espíritu Santo.


Pero Cristo, que es el Hijo de Dios, ha sido puesto al frente del pueblo de Dios, que somos nosotros, y lo seguiremos siendo si mantenemos firmemente y con alegría la esperanza en la salvación que recibiremos.


Así, una vez que Cristo hizo todo lo que Dios le mandó, se convirtió en el salvador que da vida eterna a todos los que le obedecen.


Y también: «Esta es la piedra que hará tropezar a muchos, la roca con la que se estrellarán». ¡Tropezarán por no aceptar el mensaje de Jesucristo! ¡Ese es su destino!


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