1 Corintios 5:1 - Biblia Lenguaje Básico1 De todo el mundo es conocido que uno de vosotros está viviendo con su madrastra como si viviera con su esposa. ¡Eso está muy mal! ¡Ni siquiera los que no son cristianos hacen algo así! Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 19601 De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente1 Me cuesta creer lo que me informan acerca de la inmoralidad sexual que hay entre ustedes, algo que ni siquiera los paganos hacen. Me dicen que un hombre de su iglesia vive en pecado con su madrastra. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)1 De hecho se habla de inmoralidad sexual entre ustedes, y de un caso tal que ni siquiera se da entre los paganos: uno de ustedes convive con su propia madrastra. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion1 Por todas partes se dice que hay fornicación entre vosotros, y fornicación tal, que ni aun existe entre los gentiles; hasta el punto de que alguien tiene la mujer de su propio padre.° Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 19751 Por todas partes corre la noticia de un caso de lujuria, entre vosotros, pero tal lujuria que ni entre los paganos existe: que hay uno que vive con la mujer de su padre. Féach an chaibidil |
Aunque Rubén era el hijo mayor de Jacob, perdió sus derechos como primer hijo por haber tenido relaciones sexuales con una de las esposas de su padre. Los derechos de Rubén pasaron a los hijos de su hermano José, hijo de Jacob, que mantuvieron esos derechos. Pero en realidad fue la tribu de su hermano Judá la que llegó a ser la más poderosa de todas, pues de ella surgió un gran gobernante. Rubén, el hijo mayor de Jacob, tuvo cuatro hijos: Janok, Palú, Jesrón y Carmí.
no debéis comer carne de animales que hayan sido sacrificados en honor a los ídolos; no debéis alimentaros de sangre ni de carne de animales que hayan sido ahogados, y finalmente debéis evitar las relaciones sexuales prohibidas por la ley. Si cumplís con esto, haréis muy bien. Recibid nuestro cariñoso saludo».
También decís: «La comida es para el estómago, y el estómago es para la comida». ¡Claro que sí! Pero Dios va a destruir las dos cosas y es que el cuerpo no es para que lo usemos en relaciones sexuales prohibidas; al contrario, debemos usarlo para servir al Señor Jesús, pues nuestro cuerpo le pertenece a él.
No os dejéis engañar. Sabéis bien que los que hacen el mal no participarán en el reino de Dios. Me refiero a los que tienen relaciones sexuales prohibidas, a los que adoran a los ídolos, a los que son infieles en el matrimonio, a los afeminados, a los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres, a los ladrones, a los que siempre quieren más de lo que tienen, a los borrachos, a los que hablan mal de los demás y a los tramposos. Ninguno de ellos participará del reino de Dios.
Pero a los cobardes, a los que no crean en mí, a los que hagan cosas odiosas, a los que hayan matado a otros, a los que tengan relaciones sexuales prohibidas, a los que practiquen la brujería, a los que adoren dioses falsos y a los mentirosos, los lanzaré al lago ardiente de fuego y azufre, y allí permanecerán separados de mí para siempre.