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1 Corintios 15:3 - Biblia Lenguaje Básico

3 Lo primero que os enseñé fue lo mismo que yo aprendí: que Cristo murió por nosotros, que éramos pecadores, y que, tal como enseñan las Escrituras,

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Biblia Reina Valera 1960

3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Yo les transmití a ustedes lo más importante y lo que se me había transmitido a mí también. Cristo murió por nuestros pecados tal como dicen las Escrituras.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 En primer lugar les he transmitido esto, tal como yo mismo lo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, como dicen las Escrituras;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Porque primeramente os entregué lo que también recibí: Que el Mesías murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Porque os transmití, en primer lugar, lo que a mi vez recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras;

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1 Corintios 15:3
38 Tagairtí Cros  

Haré que tú y la mujer, seáis enemigas; pondré enemistad entre sus descendientes y los tuyos. Un descendiente suyo te aplastará la cabeza y tú le morderás el talón.


—A ti, hombre mortal, te he encargado mantenerte siempre vigilante y advertir a los israelitas que están en grave peligro. Tan pronto como yo te diga algo, tú deberás decírselo a ellos.


Esto es lo que dice el Dios todopoderoso: Álzate, espada, contra mi pastor, contra aquel que me ayuda. Hiere al pastor y el rebaño se dispersará; incluso los más débiles serán golpeados.


Las Escrituras dicen claramente que yo, el Hijo del hombre, tengo que morir. Sin embargo, al que me traiciona va a pasarle algo muy terrible. ¡Más le valdría no haber nacido!


Esto es mi sangre, y por medio de ella Dios hace un pacto con todos vosotros. Esta sangre va a ser derramada en favor de muchos para perdonar los pecados.


Jesús les dijo: —¿Tan torpes sois que no podéis entender? ¿Por qué sois tan lentos para creer todo lo que enseñaron los profetas?


Al día siguiente, al ver que Jesús se acercaba, Juan dijo a los que estaban allí: —¡Aquí viene el Cordero de Dios. Por medio de él, Dios os perdonará todos los pecados.


Como siempre, Pablo fue a la sinagoga y, durante tres sábados seguidos estuvo conversando con los judíos;


Pero Dios ya había anunciado, por medio de sus profetas, que el Mesías tendría que sufrir, y así ocurrió.


En ese momento el ministro estaba leyendo el pasaje que dice: Se portó como una oveja que llevan al matadero, como un cordero al que le cortan la lana: no se quejó de nada. Era tan pobre que nadie lo defendió; nadie podrá hablar de su descendencia porque le quitaron la vida.


Dios envió a Jesucristo para morir por nosotros. Si creemos que Jesús murió por nosotros, Dios nos perdonará. Con esto Dios demuestra que es justo y que, gracias a su paciencia, ahora nos perdona todo lo malo que hemos hecho. Él es justo, y acepta a todos los que creen en Jesús.


Dios entregó a Jesús para que muriera por nuestros pecados, y lo resucitó para que fuéramos declarados inocentes.


Os felicito, porque siempre os acordáis de mí y obedecéis mis enseñanzas.


Lo que el Señor Jesucristo me enseñó es lo mismo que yo os he enseñado: la noche en que el Señor Jesús fue traicionado, tomó pan en sus manos,


Cristo nunca pecó. Pero Dios lo trató como si hubiera pecado, para declararnos a nosotros inocentes por medio de Cristo.


No me la contó ni me la enseñó ningún ser humano, sino que fue Jesucristo mismo quien me la enseñó.


Jesucristo entregó su vida para que Dios perdonara nuestros pecados y nos librara de este mundo malvado. ¡Así lo ha dispuesto Dios, nuestro Padre,


Pero Cristo se hizo por nosotros maldito y así nos libró de la maldición que cae sobre el que no obedece la ley. Porque la Escritura dice: «Dios maldecirá a cualquiera que muera colgado de un madero».


Por la muerte de su Hijo, Dios perdonó nuestros pecados y nos liberó de toda culpa. Esto lo hizo por su inmenso amor. Y derramando abundantemente sobre nosotros su gracia y llenándonos de sabiduría y conocimiento,


Debéis amar a los demás, como Cristo nos amó y se entregó a la muerte por nosotros como si fuera una ofrenda y un sacrificio de aroma agradable que se hace a Dios.


Dios eligió entre los miembros de su pueblo a los jefes de los sacerdotes nombrándoles sus representantes ante los demás para que le presentaran ofrendas y sacrificios y alcanzaran así el perdón de los pecados.


Por eso tienen que presentar ofrendas y sacrificios, para que Dios perdone tanto los pecados del pueblo como los de ellos mismos.


Antes de que Cristo viniera al mundo, su Espíritu enseñaba a los profetas lo que tendría que sufrir aquí en la tierra, y también les enseñaba toda la gloria que vendría después de tales sufrimientos.


Cristo hizo suyos nuestros pecados y por eso murió en la cruz. Lo hizo para que nosotros dejemos por completo de pecar y vivamos para hacer el bien. Cristo fue herido para que vosotros fuerais sanados.


Porque Cristo murió una vez y para siempre para perdonar nuestros pecados. Él era bueno e inocente y sufrió por los pecadores para llevaros a Dios. Como hombre mortal, padeció la muerte, pero como espíritu volvió a la vida.


que ha muerto para que Dios perdone nuestros pecados y los de todo el mundo.


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