1 Corintios 12:28 - Biblia Lenguaje Básico28 En la Iglesia, Dios le dio una función a cada una de las partes. En primer lugar, puso apóstoles; en segundo lugar, puso profetas, y en tercer lugar, maestros. También hay algunos que hacen milagros, y otros que tienen la capacidad de sanar a los enfermos; unos ayudan, otros dirigen, e incluso hay quienes hablan en un lenguaje misterioso. Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 196028 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente28 A continuación hay algunas de las partes que Dios ha designado para la iglesia: en primer lugar, los apóstoles; en segundo lugar, los profetas; en tercer lugar, los maestros; luego los que hacen milagros, los que tienen el don de sanidad, los que pueden ayudar a otros, los que tienen el don de liderazgo, los que hablan en idiomas desconocidos. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)28 En primer lugar están los que Dios hizo apóstoles en la Iglesia; en segundo lugar los profetas; en tercer lugar los maestros; después vienen los milagros, luego el don de curaciones, la asistencia material, la administración en la Iglesia y los diversos dones de lenguas. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion28 Y a unos Dios puso en la iglesia, primeramente apóstoles; lo segundo, profetas; lo tercero, maestros;° luego, poderes milagrosos; después, dones° de sanidad,° capacidades para ayudar, capacidades para administrar, géneros de lenguas. Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 197528 Y Dios pues en la iglesia: en primer lugar, apóstoles; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, maestros; después, los que poseen poder de hacer milagros, los que tienen don de curar, de asistir, de gobernar, de hablar diversas lenguas. Féach an chaibidil |
Cuando habláis en un idioma extraño, os ayudáis solo a vosotros mismos. Es verdad que Dios os entiende, pues habláis de verdades secretas que solo el Espíritu Santo conoce. Pero aparte de él, nadie más sabe lo que decís. En cambio, cuando Dios os manda hablar de su parte, la gente sí os entiende. Además, así ayudáis a todos en la Iglesia a confiar más en Cristo, a sentirse mejor y a estar alegres.
Me gustaría que todos hablarais en un lenguaje misterioso, pero más me gustaría que hablarais de parte de Dios. En realidad, es más importante hablar de parte de Dios que hablar en lenguas que otros no entienden, a menos que alguien pueda interpretar lo que se dice. Porque así se ayuda a los miembros de la Iglesia.