Levantóse entonces el rey David, y sosteniéndose sobre sus pies, dijo, Oídme, hermanos míos, y pueblo mío. Yo tenía en mi corazón propósito de edificar Casa que fuese lugar de descanso para el Arca del Pacto de Jehová, y estrado de los pies de nuestro Dios; y había ya aprestado lo necesario para edificarla.