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Salmos 8:3 - Biblia Version Moderna (1929)

3 Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú estableciste,

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Biblia Reina Valera 1960

3 Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Cuando miro el cielo de noche y veo la obra de tus dedos —la luna y las estrellas que pusiste en su lugar—, me pregunto:

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Al ver tu cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has fijado,

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos,° La luna y las estrellas que Tú afirmaste,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 En la boca de niños y de infantes, contra tus enemigos, pones tú fortaleza, a fin de anonadar rebeldes y adversarios.

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Salmos 8:3
18 Tagairtí Cros  

EN el principio creó Dios los cielos y la tierra.


¿No está Dios en la altura del cielo? y mira lo encumbrado de las estrellas, ¡cuán elevadas están!


¿Habrá número a sus huestes? ¿y sobre quién no se levanta su luz?


He aquí que aun la luna no resplandece, y las estrellas no son limpias a sus ojos:


Acuérdate que debes engrandecer su obra, la cual celebran con cánticos los hombres.


Constituyó la luna para repartir los tiempos: el sol conoce su ocaso.


Grandes son las obras de Jehová, investigadas por todos los que hallan placer en ellas.


¡alabadle, sol y luna! ¡alabadle, todas las lucientes estrellas!


LOS cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento manifiesta la obra de sus manos.


Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.


Tuyos son los cielos, tuya también la tierra, el mundo y cuanto contiene, tú lo fundaste.


¶Y dió a Moisés, al acabar de hablar con él en el monte Sinaí, las dos Tablas del Testimonio; tablas de piedra, escritas con el dedo de Dios.


Entonces dijeron los magos a Faraón: Dedo de Dios es éste. Mas endurecióse el corazón de Faraón, y no les escuchó; como lo había dicho Jehová.


Empero si yo con el dedo de Dios echo fuera los demonios, es evidente que el reino de Dios os ha sobrevenido.


Porque sus atributos invisibles, es decir, su eterno poder y divinidad, desde la creación del mundo son claramente manifestados, siendo percibidos por medio de sus obras, para que ellos no tengan excusa:


o no sea que alces los ojos a los cielos, y veas el sol, y la luna, y las estrellas, con todo el ejército de los cielos, y seas impulsado a postrarte ante ellos y darles culto; cosas que Jehová tu Dios ha dado como porción suya a todas las naciones debajo de todos los cielos.


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