Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Proverbios 27:18 - Biblia Version Moderna (1929)

18 Quien cuida de la higuera, comerá el fruto de ella; y el que mira por los intereses de su señor, será honrado.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

18 Quien cuida la higuera comerá su fruto, Y el que mira por los intereses de su señor, tendrá honra.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Como a los que cuidan de la higuera se les permite comer del fruto, así serán recompensados los empleados que protegen los intereses de su patrón.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

18 El que cultiva a la higuera comerá de su fruto, el que cuida de su patrón recibirá un anticipo.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

18 Quien cuida la higuera comerá higos, Y el que custodia a su amo recibirá honores.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 El que guarda la higuera come su fruto, el que atiende a su señor será estimado.

Féach an chaibidil Cóip




Proverbios 27:18
35 Tagairtí Cros  

No escuchéis a Ezequías; porque así dice el rey de Asiria: Haced paz conmigo, y salid a mí; y comed cada cual de su vid y cada cual de su higuera, y bebed cada cual de las aguas de su cisterna;


Entonces preguntó Josafat: ¿No habrá aquí algún profeta de Jehová, por medio de quien podamos consultar a Jehová? Y respondió uno de los siervos del rey de Israel, diciendo: Aquí está Eliseo hijo de Safat, que echaba agua sobre las manos de Elías.


Entonces él entró, y se estuvo en pie junto á su amo. Y le dijo Eliseo: ¿De dónde vienes? A lo que respondió: No ha ido tu siervo a ninguna parte.


Por lo tanto la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tu linaje para siempre. Y salió de su presencia leproso, blanco como la nieve.


Tomó pues Hamán el traje y el caballo, y vistió a Mardoqueo, y le hizo pasear por las calles de la ciudad, y pregonó delante de él: ¡Así se debe hacer al hombre que el rey se complace en honrar!


He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, y como los ojos de una criada, a la mano de su señora; así miran nuestros ojos a Jehová nuestro Dios, hasta que tenga misericordia de nosotros.


Por lo cual se levantó Moisés, con su ayudante Josué, y subió Moisés al Monte de Dios,


El siervo que se maneja bien tendrá dominio sobre el hijo que causa vergüenza, y en medio de los hermanos tendrá parte en la herencia.


¿ves a un hombre diligente en sus negocios? se presentará delante de los reyes; no estará en presencia de hombres de baja esfera


El hierro con hierro se aguza; y así el hombre aguza el semblante de su amigo.


Como en el agua rostro corresponde a rostro, así el corazón de un hombre a otro.


Mi viña, la que es mía propia, está delante de mí: los mil siclos serán para ti, ¡oh Salomón! y doscientos deben de ser para los guardaron el fruto de ella.


No escuchéis a Ezequías; porque así dice el rey de Asiria: Haced paz conmigo, y salid a mí; y comed cada uno de su vid, y cada uno de su higuera, y bebed cada uno de las aguas de su cisterna;


He aquí, os lo he dicho de antemano.


¡Bienaventurado aquel siervo, a quien su señor cuando viniere le hallare haciendo así!


Mas no será así entre vosotros; sino antes, el que quisiere hacerse grande entre vosotros, sea vuestro servidor;


¡Bienaventurados aquellos siervos, a quienes su señor, cuando viniere, los hallare velando! en verdad os digo, que él mismo se ceñirá, y haciendo que ellos se sienten a la mesa, se llegará y les servirá.


Y el Señor dijo: ¿Quién es pues el mayordomo fiel y prudente, a quien su señor pondrá sobre su familia, para darles la ración a su tiempo?


Y le dijo: Muy bien, buen siervo: por cuanto has sido fiel en lo que es muy poco, ten autoridad sobre diez ciudades.


Si alguno me sirve, sígame; y en donde yo estoy, allí también estará mi servidor: si alguno me sirviere, a éste le honrará mi Padre.


Y cuando se fué el ángel que le hablaba, llamó a dos de sus domésticos, y a un soldado piadoso, de aquellos que le asistían de continuo;


El que planta y el que riega son una misma cosa; mas cada cual recibirá su propio galardón, conforme a su mismo trabajo.


¶¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen de las cosas del Templo, y  los que asisten al altar, participan juntamente con el altar?


¿Quién jamás sirve como soldado a sus propias expensas? ¿quién planta una viña, y no come de su fruto? ¿o quién pastorea un rebaño, y no se alimenta de la leche del rebaño?


Siervos, obedeced en todo a los que según la carne son vuestros amos; no obedeciendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con sencillez de corazón, temiendo al Señor:


Es necesario que trabaje el labrador, antes que participe de los frutos.


¶Siervos, estad sujetos a vuestros amos con todo temor, no sólo a los buenos y apacibles, sino también a los de áspera condición.


Porque a esto mismo fuisteis llamados; pues que Cristo también sufrió por vosotros, dejándoos ejemplo, para que sigáis en sus pisadas:


Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice así: Dije en verdad que tu casa, y la casa de tu padre andaría delante de mi rostro para siempre. Mas ahora, dice Jehová, ¡lejos sea esto de mí! porque a los que me honran yo los honraré, mas los que me desprecian serán tenidos en poco!


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí