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Oseas 9:10 - Biblia Version Moderna (1929)

10 Como uvas en el desierto yo hallé a Israel; ví a vuestros padres como brevas en la higuera, en su primera cosecha; mas ellos acudieron a Baal-peor, y se consagraron a la Vergüenza; y se hicieron asquerosos como aquello que amaban.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Como uvas en el desierto hallé a Israel; como la fruta temprana de la higuera en su principio vi a vuestros padres. Ellos acudieron a Baal-peor, se apartaron para vergüenza, y se hicieron abominables como aquello que amaron.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Dice el Señor: «Oh Israel, cuando te encontré por primera vez, fue como encontrar uvas frescas en el desierto. Cuando vi a tus antepasados, fue como ver los primeros higos maduros de la temporada. Pero después me abandonaron por Baal-peor y se entregaron a ese ídolo vergonzoso. En poco tiempo se volvieron viles, tan viles como el dios al que rinden culto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Israel fue para mí como uva silvestre encontrada en el desierto, y sus padres me parecieron como si fueran las primeras brevas; pero no bien habían llegado a Baal-Peor, se vendieron al ídolo y se hicieron tan aborrecibles como el ídolo que amaban.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Como uvas en el desierto hallé a Israel, Como breva° en la higuera encontré a vuestros° padres. Pero ellos fueron a Baal-peor y se consagraron a la Vergüenza,° Y se hicieron tan abominables como aquello que amaron.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Como uvas en el desierto encontré a Israel; como breva en higuera vi a vuestros padres. Llegaron a Baal Peor y a la infamia se entregaron; se hicieron abominables como las cosas que amaron.

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Oseas 9:10
32 Tagairtí Cros  

Porque aconteció, como si fuese cosa liviana andar en los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, que tomó por mujer a Jezabel, hija de Et-baal, rey de los Sidonios, y fué y sirvió a Baal, y le adoró.


y quemaron incienso allí en todos los altos, a la manera de las naciones  que Jehová había quitado de delante de ellos; e hicieron cosas malas, provocando a ira a Jehová.


Como ellos son los que los hacen, y todo aquel que confía en ellos.


De manera que los entregué a la dureza de su corazón; y caminaron en sus propios consejos.


¿Quién es ésta, que viene subiendo del desierto, como columnas de humo, perfumada con mirra y olíbano, y con todos los polvos aromáticos del traficante?


y la caduca flor de su hermosura gloriosa, la cual está sobre la cabeza del valle feracísimo, vendrá a ser como la breva temprana, antes del verano, que en viéndola el que la mira, apenas la tiene en su mano, la traga.


Porque conforme al número de tus ciudades son tus dioses, oh Judá; y conforme al número de las calles de Jerusalem, a habéis erigido altares a aquella cosa vergonzosa; altares para quemar incienso a Baal.


Uno de los canastos tenía higos sumamente buenos, como los higos de la primera cosecha; mas el otro canasto tenía higos sumamente malos, tanto que no se podían comer de tan malos que eran.


Mas, aquella cosa vergonzosa ha devorado las labores de nuestros padres desde nuestra mocedad; sus rebaños y sus vacadas, sus hijos y sus hijas.


¡Acostémonos pues en nuestra ignominia, y cúbranos nuestra confusión; porque hemos pecado contra Jehová nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra mocedad hasta el día de hoy, y no hemos obedecido la voz de Jehová nuestro Dios!


Así dice Jehová: El pueblo de los que escaparon, de la espada a hallado gracia en el desierto: iré a darle descanso, es decir, a Israel.


Los profetas profetizan mentira, y los sacerdotes gobiernan por medio de ellos, y mi pueblo quiere que sea así; ¿y qué haréis en el final de ello?


Mas ellos se rebelaron contra mí, y no quisieron escucharme; no desecharon cada uno sus cosas detestables de delante de sus ojos, y no abandonaron los ídolos de Egipto; de modo que pensaba derramar mi indignación sobre ellos, para desahogar mi ira en ellos en medio de la tierra de Egipto.


CUANDO Israel era niño, yo le amé, y de Egipto llamé a mi hijo.


Fuí yo quien te conocí en el desierto, aquella tierra de sequías.


Y trayéndola desde allí, le devolveré sus viñas; y el Valle de Acor será para puerta de esperanza; y ella cantará en coro allí, como en los días de su mocedad, es decir, como en el día que subió de Egipto.


No castigaré a vuestras hijas cuando cometan fornicación, ni a vuestras nueras cuando cometan adulterio: porque los mismos padres y maridos se retiran con las rameras, y ofrecen sacrificios con las prostitutas; así pues el pueblo que no entiende será precipitado en ruina.


Cuando termina su holgorio, se entregan desvergonzadamente a la fornicación; sus príncipes aman entrañablemente su mismo oprobio;


Y quemad en acciones de gracias pan fermentado, asimismo publicad las ofrendas, voluntarias; haced oír la proclamación; porque así lo amáis, oh hijos de Israel, dice Jehová el Señor.


¡AY de mí, dice Sión, porque estoy como cuando se han recogido las frutas de verano, como cuando se ha rebuscado la vendimia; no hay ya racimo que comer; desea mi alma los higos tempranos!


Esto pues os será para fleco, a fin de que al mirarlo os acordéis de todos los mandamientos de Jehová, y los cumpláis; y que no vayáis tras las codicias de vuestros corazones, y de vuestros ojos; en pos de los cuales soléis andar idolatrando:


Los primeros frutos maduros de todo lo que hay en tu tierra, que ellos trajeren a Jehová, tuyos serán: toda persona limpia en tu casa podrá comer de ellos.


¿Qué fruto pues teníais entonces de aquellas cosas de que ahora os avergonzáis? pues el fin de aquellas cosas es la muerte.


Le halla en una tierra desierta, entre la desolación de una horrorosa soledad; le tiende en derredor su protección, le instruye, le guarda como a la niña de su mismo ojo.


Sacrificaban a los demonios, y no a Dios, a dioses que no conocieron; a nuevos dioses, recién venidos: no los temieron vuestros padres.


Vuestros mismos ojos han visto lo que hizo Jehová con motivo de Baal-peor; pues que a todos los hombres que siguieron a Baal-peor, los ha destruído Jehová vuestro Dios de en medio de vosotros;


Por esto Gedeón fué apellidado en aquel día Jerobaal, por decir: Contienda con él Baal, por cuanto ha derribado su altar.


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