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Oseas 6:5 - Biblia Version Moderna (1929)

5 Por tanto los he tajado por los profetas, los he muerto con los dichos de mi boca; y tus castigos, oh Israel, son como relámpago que sale.

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Biblia Reina Valera 1960

5 Por esta causa los corté por medio de los profetas, con las palabras de mi boca los maté; y tus juicios serán como luz que sale.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Envié mis profetas para destrozarlos, para aniquilarlos con mis palabras, con juicios tan inevitables como la luz.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Por eso, les envié profetas para desarraigarlos, y de mi propia boca salió su sentencia de muerte.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Por eso los he hecho morir con las palabras de mi boca: Los he trozado por medio de los profetas, Y mi sentencia saldrá como la luz.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Por eso los herí por medio de los profetas, los maté con las palabras de mi boca, y mi juicio apareció como la luz.

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Oseas 6:5
35 Tagairtí Cros  

¡Lejos sea de ti el obrar de esta manera, que hagas morir al justo con el inicuo, y que el justo sea tratado como el inicuo! ¡Lejos sea esto de ti! ¿El Juez de toda la tierra no ha de hacer justicia?


Aconteció pues que como oyese Ahías el sonido de sus pies cuando ella llegaba a la puerta, dijo: ¡Entra, mujer de Jeroboam! ¿para qué finges ser otra? pues yo te soy enviado con un recado duro.


ENTONCES Elías tesbita, que era de los habitantes de Galaad, dijo a Acab: ¡Vive Jehová, el Dios de Israel, delante de quien yo estoy en pie, cual siervo suyo, que no habrá en estos años ni rocío ni lluvia, sino conforme a mi palabra!


Y sucedió, luego que Acab vió a Elías, que le dijo Acab: ¿Estás tú aquí, perturbador de Israel?


Y sucederá que al que escapare de la espada de Hazael, le matará Jehú; y al que escapare de la espada de Jehú, Eliseo le matará.


Y  le dijo: Así dice Jehová: Por cuanto has enviado mensajeros para consultar a Baal-zebub, dios de Ecrón, (como si no hubiese Dios en Israel), para inquirir de su oráculo, por tanto de la cama adonde has subido no descenderás, sino que de seguro morirás.


¶Y le vino un escrito del profeta Elías, que decía: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: Por cuanto no has andado en los caminos de tu padre Josafat, ni en los caminos de Asa rey de Judá,


No saldrá nunca de las tinieblas; la llama secará sus renuevos, y él será arrebatado por el soplo de la boca de Dios.


Por tanto, hombres de entendimiento, oídme: ¡Lejos esté de Dios el que haga maldad, y del Todopoderoso el que practique la iniquidad!


Mi carne se estremece por temor de ti, y ante tus juicios me lleno de pavor. AYIN


y sacará como la luz tu justicia, y tu derecho como el sol de medio día.


sino que con justicia juzgará a los desvalidos, y fallará con rectitud por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el resuello de sus labios matará al inicuo.


¡CLAMA a voz en cuello, no te detengas! ¡eleva tu voz como trompeta! ¡declara a mi pueblo su transgresión, a la casa de Jacob sus pecados!


Mira que yo te pongo hoy sobre las naciones y sobre los reinos, para desarraigar, y para derribar, y para arruinar, y para destruir completamente; para edificar también y para plantar.


Y he aquí que te pongo hoy por ciudad inexpugnable, y por columna de hierro, y por muro de bronce contra toda esta tierra; contra los reyes de Judá, contra sus príncipes, contra sus sacerdotes, y contra todo el pueblo de la tierra.


Entonces les dirás: Así dice Jehová: He aquí que voy a llenar a todos los habitantes de esta tierra, así a los reyes que se sientan sobre el trono de David, como a los sacerdotes y los profetas, y a todos los moradores de Jerusalem, de embriaguez.


¿No es mi palabra como el fuego, dice Jehová, y como el martillo que hace pedazos la roca?


Por tanto, así dice Jehová, el Dios de los Ejércitos: por cuanto decís esto; he aquí, yo hago que mis palabras en tu boca sean el fuego, y este pueblo la leña, para que los devore.


Por tanto profetiza contra ellos, profetiza, oh hijo del hombre.


He hecho tu frente como diamante; más dura que el pedernal; no los temas pues, ni te acobardes por sus semblantes; porque casa rebelde son.


Hijo del hombre, lamenta sobre la multitud de Egipto, y haz que descienda, él y las hijas de las famosas naciones, a la tierra de abajo, con los que bajan al hoyo.


Y fué semejante a la apariencia de la visión que yo había tenido; es decir, como la visión que tuve cuando vine para destruir la ciudad; también las visiones eran parecidas a la visión que tuve junto al río Kebar: y caí sobre mi rostro.


Jehová empero en medio de ella es justo; no hará iniquidad: mañana tras mañana trae a luz su justicia; no faltará: pero el inicuo no conoce la vergüenza.


Mas viéndolo Moisés, se maravilló del espectáculo; y acercándose él para observarlo, vino a él la voz del Señor, diciendo:


mas según tu dureza y tu corazón impenitente, atesoras para ti mismo la ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios;


Tomad asimismo el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;


Porque la palabra de Dios es viva, y eficaz, y más aguda que toda espada de dos filos, Y penetra hasta la división entre alma y espíritu, sí, y hasta las coyunturas y los tuétanos, y es hábil en discernir los pensamientos y propósitos del corazón.


Y tenía en su mano derecha siete estrellas; y de su boca salía una espada de dos filos; y su rostro era como el sol cuando brilla en su fuerza.


Arrepiéntete pues; que si no, yo iré a ti presto, y haré guerra contra los tales, con la espada de mi boca.


Y fueron soltados los cuatro ángeles, los cuales habían sido preparados para la hora, y día, y mes, y año, para matar la tercera parte de los hombres.


ni tampoco se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos.


Y Samuel respondió a Saúl: Te has portado neciamente; no has aguardado el mandamiento de Jehová tu Dios que él te impuso; pues que ahora Jehová hubiera establecido tu reino sobre Israel para siempre.


Y respondió Samuel: ¿Acaso tiene Jehová tanta complacencia en holocaustos y sacrificios, como en el obedecer la voz de Jehová? He aquí, el obedecer mejor es que sacrificios, y el escuchar que el sebo de los carneros.


¶Luego dijo Samuel: Traedme a Agag, rey de Amalec. Y vino a él Agag alegremente; y dijo Agag: ¡De seguro pasó ya la amargura de la muerte!


Entonces dijo Samuel: ¡Así como tu espada ha privado a las mujeres de hijos, quede sin hijo tu madre también entre las mujeres! Y Samuel hizo trozos a Agag delante de Jehová en Gilgal.


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