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Números 35:33 - Biblia Version Moderna (1929)

33 No amancilléis pues la tierra en donde moráis: porque es la sangre lo que más amancilla la tierra; y no se puede hacer expiación por la tierra para limpiarla de la sangre que se ha derramado en ella, sino con la sangre de aquel que la derramó.

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Biblia Reina Valera 1960

33 Y no contaminaréis la tierra donde estuviereis; porque esta sangre amancillará la tierra, y la tierra no será expiada de la sangre que fue derramada en ella, sino por la sangre del que la derramó.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

33 Esto garantizará que la tierra donde ustedes vivan no se contamine, pues el asesinato contamina la tierra. Y ningún sacrificio, salvo la ejecución del asesino, puede purificar la tierra del asesinato.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

33 Cuídense de no profanar la tierra en que están; sepan que la sangre es lo que profana la tierra, y la tierra no queda expiada de la sangre derramada más que con la sangre del que la derramó.

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La Biblia Textual 3a Edicion

33 No profanaréis la tierra en la cual estáis, porque la sangre profana la tierra, y la tierra no será expiada de la sangre que fue derramada en ella, excepto por la sangre del que la derramó.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

33 No profanéis la tierra en que vivís; porque la sangre profana la tierra, y la tierra no puede purificarse de la sangre que se derramó en ella sino por la sangre de quien la derramó.

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Números 35:33
26 Tagairtí Cros  

Y dijo Jehová: ¿Qué has hecho? la voz de la derramada sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.


El que derramare la sangre del hombre, por el hombre será derramada su sangre; porque a la imagen de Dios hizo Jehová al hombre.


y los entregó en mano de los Gabaonitas, los cuales los ahorcaron en el monte delante de Jehová; y cayeron los siete juntos; y fueron muertos en los primeros días de la siega, al comenzarse la siega de las cebadas.


¡Caiga cual torbellino sobre la cabeza de Joab, y sobre toda la casa de su padre! ¡y nunca deje de haber en la casa de Joab quien padezca flujo, ni leproso, ni quien se sostenga sobre muleta, ni quien caiga por espada, ni a quien le falte pan!


Entonces le dijo el rey: Haz como él mismo ha dicho, y arrójate sobre él, y entiérrale; para que quites de sobre mí, y de sobre la casa de mi padre, la sangre inocente que ha derramado Joab.


Sin embargo de esto, no volvió Jehová del ardor de su grande ira con que su ira ya ardía contra Judá, a causa de todas las provocaciones con que Manasés le había provocado.


y también por la sangre inocente que derramó; pues que llenó a Jerusalem de sangre inocente, la cual Jehová no quiso perdonar.


Por lo cual le dieron espacio, y ella misma salió a la entrada de la puerta de los caballos, que conduce a la casa del rey; y allí le dieron muerte.


Además, se allegaron a Baal peor, y comieron de los sacrificios de ídolos muertos.


y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, que sacrificaron a los ídolos de Canaán: y la tierra fué amancillada con sangre.


La tierra también es profanada bajo sus habitantes; porque traspasaron la ley, cambiaron el estatuto, y quebrantaron el pacto eterno.


Porque he aquí que Jehová sale de su lugar para castigar a los habitantes de la tierra por su iniquidad; la tierra también descubrirá sus homicidios, y no encubrirá más sus muertos.


Así pues recompensaré primero al doble su iniquidad y su pecado: porque han contaminado mi tierra con los cuerpos muertos de sus cosas detestables, y han llenado mi herencia con sus abominaciones.


Sabed empero con toda seguridad que si me hiciereis morir, traeréis la sangre inocente sobre vosotros, y sobre esta ciudad, y sobre sus habitantes; porque en verdad Jehová me ha enviado a vosotros para hablar en vuestros oídos todas estas palabras.


de tal modo que se ha contaminado la tierra; por lo cual yo visito su iniquidad sobre ella, y la tierra misma vomita a sus habitantes.


Ahora empero se juntan contra ti muchas naciones, que dicen: ¡Sea ella contaminada! ¡Vean nuestros ojos la afrenta de Sión!


Ni tampoco aceptaréis rescate por aquel que ha huído a su ciudad de refugio, para que vuelva a vivir en su país, hasta que muera el sumo sacerdote.


para que no se derrame la sangre inocente en la tierra que Jehová tu Dios te da por herencia tuya, y así haya sobre ti delito de sangre.


Tu ojo no tendrá compasión de él: así limpiarás de Israel la sangre inocente, para que te vaya bien.


su cadáver no pasará la noche en el madero; antes le enterrarás sin falta en ese mismo día: porque maldito de Dios es el colgado en un madero; y no has de contaminar la tierra que Jehová tu Dios te da en posesión.


para que la violencia hecha a los setenta hijos de Jerobaal viniese, y para que su sangre cayese sobre Abimelec su hermano, que los mató; y también sobre los vecinos de Siquem, los cuales fortalecieron sus manos para matar a sus hermanos.


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