y que traeríamos las primicias de nuestras harinas, y de nuestras ofrendas alzadas, y del fruto de todo árbol, y del vino, y del aceite, a los sacerdotes, a las cámaras de la Casa de nuestro Dios; así como el diezmo de nuestras tierras a los levitas, y que ellos, los levitas, cobrasen los diezmos en todas las ciudades de nuestras tierras de labor;