De esta suerte tomaron para sí ciudades fortificadas, y una tierra feraz; y se posesionaron de casas llenas de toda suerte de bienes, y de cisternas labradas a pico; de viñas también, de olivares y de árboles frutales en abundancia; y comieron, y se saciaron, y engrosáronse, y se deleitaron en tu tan grande beneficencia.