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Nehemías 2:13 - Biblia Version Moderna (1929)

13 Salí pues por la puerta del Valle, de noche, y fuí a la fuente del Dragón, y a la puerta del Muladar; y estuve un rato contemplando los muros de Jerusalem, cómo estaban derribados, y sus puertas quemadas a fuego.

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Biblia Reina Valera 1960

13 Y salí de noche por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y a la puerta del Muladar; y observé los muros de Jerusalén que estaban derribados, y sus puertas que estaban consumidas por el fuego.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Salí por la puerta del Valle cuando ya había oscurecido y pasé por el pozo del Chacal hacia la puerta del Estiércol para inspeccionar las murallas caídas y las puertas quemadas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Salí pues de noche por la Puerta del Valle y me dirigí a la fuente del Dragón y a la Puerta del Basural. Observé atentamente la muralla de Jerusalén: había hoyos y las puertas habían sido devoradas por las llamas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Y salí de noche por la puerta del Valle, y pasé por la fuente del Dragón y por la puerta del Muladar, y estuve inspeccionando los muros de Jerusalem, que estaban destruidos, y sus puertas consumidas por el fuego.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Salí de noche por la puerta del Valle en dirección a la fuente del Dragón y a la puerta del Muladar. Inspeccioné los puntos en que las murallas de Jerusalén estaban derruidas y las puertas consumidas por el fuego.

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Nehemías 2:13
9 Tagairtí Cros  

Además, Uzías edificó torres en Jerusalem sobre la puerta de la Esquina, y sobre la puerta del Valle, y en el ángulo entrante del muro; y las hizo fuertes.


Y ellos me contestaron: El resto que ha quedado de los del cautiverio, allá en la provincia de Judá, están en grande miseria y oprobio; también el muro de Jerusalem derribado está, y sus puertas quemadas a fuego.


En seguida hice subir a los príncipes de Judá sobre el muro, y formé dos grandes coros que tributaban acciones de gracias; de los cuales el uno caminó hacia la derecha, por encima del muro, hacia la puerta del Muladar.


Entonces me levanté de noche, yo y unos pocos hombres que había conmigo; y no había dicho a ninguno lo que mi Dios había puesto en mi corazón hacer por Jerusalem; ni había conmigo bestia alguna sino la bestia en que yo iba montado.


Por lo cual iba subiendo el torrente de Cedrón, de noche, y estuve contemplando el muro; y dando la vuelta, entré por la puerta del Valle, y así me volví.


Les dije pues: Vosotros mismos estáis viendo el mal paso en que estamos, que Jerusalem está completamente destruída, y sus puertas quemadas a fuego. ¡Venid y edifiquemos el muro de Jerusalem, y no seamos más un oprobio!


Y dije al rey: ¡Viva el rey para siempre! ¿Por qué no ha de estar triste mi rostro, cuando la ciudad de los sepulcros de mis padres está desierta, y sus puertas quemadas a fuego?


¡Escalad sus muros, oh babilonios, y destruíd! mas no hagáis un exterminio completo; quitad sus sarmientos a esta vid, porque no son de Jehová.


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