Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Miqueas 7:1 - Biblia Version Moderna (1929)

1 ¡AY de mí, dice Sión, porque estoy como cuando se han recogido las frutas de verano, como cuando se ha rebuscado la vendimia; no hay ya racimo que comer; desea mi alma los higos tempranos!

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

1 ¡Ay de mí! porque estoy como cuando han recogido los frutos del verano, como cuando han rebuscado después de la vendimia, y no queda racimo para comer; mi alma deseó los primeros frutos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

1 ¡Miserable de mí! Me siento como el recolector de fruta que después de cosechar no encuentra nada que comer. No encuentro ni un racimo de uvas ni uno de los primeros higos para saciar mi hambre.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Pobre de mí, pues me parezco a los que recogen espigas después de la siega o a los que rebuscan racimos después de la vendimia, pero no hay ni un racimito para probarlo ni una de esas primeras brevas que me gustan.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

1 ¡Ay de mí! Porque soy como el último de los frutos de verano, Como el rebusco después de la vendimia, Cuando ya no queda racimo que comer, Ni las brevas que desea mi alma.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 ¡Ay de mí! Pues soy como espigador en otoño, como rebuscador en la vendimia. No hay un racimo que comer, ni una breva de las que tanto ansío.

Féach an chaibidil Cóip




Miqueas 7:1
14 Tagairtí Cros  

¡Ay de mí, porque peregrino en Mesec, porque habito entre las tiendas de Cedar!


Son muchos los que pregonan cada cual su propia bondad; ¿mas quién hallará al hombre fiel?


Pero quedarán en él rebuscos, así como, cuando se varea el olivo, quedan dos o tres aceitunas en la punta del ramo más alto, cuatro o cinco en las ramas fructíferas; dice Jehová el Dios de Israel.


Pues así será Jerusalem en medio de la tierra, entre los pueblos; como el vareo del olivo, como rebuscos cuando se haya acabado la vendimia.


Desde el extremo de la tierra hemos oído canciones: ¡Gloria al justo! mas yo dije: ¡Mi desdicha! ¡mi desdicha! ¡ay de mí! ¡los engañadores engañan, sí, con engaño los engañadores engañan!


y la caduca flor de su hermosura gloriosa, la cual está sobre la cabeza del valle feracísimo, vendrá a ser como la breva temprana, antes del verano, que en viéndola el que la mira, apenas la tiene en su mano, la traga.


Entonces yo dije: ¡Ay de mí, pues soy perdido! porque soy hombre de labios inmundos, y en medio de un pueblo de labios inmundos habito; por cuanto mis ojos han visto al Rey, a Jehová de los Ejércitos.


¡Ay de mí, madre mía! ¿por qué me diste a luz, hombre de contención, como soy, y hombre de discordia, para toda esta tierra? No he prestado dinero a interés, ni me lo han prestado a mí; y sin embargo cada uno de ellos me maldice.


Uno de los canastos tenía higos sumamente buenos, como los higos de la primera cosecha; mas el otro canasto tenía higos sumamente malos, tanto que no se podían comer de tan malos que eran.


Porque he oído una voz como de mujer que está de parto; congojas como de la que da a luz su hijo primogénito: es la voz de la hija de Sión, que está agonizando; que extiende sus manos, diciendo: ¡Ay de mí; porque desmaya mi alma a causa de los homicidas!


Tú dijiste: ¡Ay de mí, porque Jehová ha añadido dolor a mi aflicción! ¡estoy cansado de mi gemido, y no hallo descanso!


¡RECORRED las calles de Jerusalem, y mirad, y reconoced, y buscad por sus plazas, a ver si podéis encontrar un hombre; si hay uno solo que obre justicia, que busque la verdad; y yo la perdonaré!


Como uvas en el desierto yo hallé a Israel; ví a vuestros padres como brevas en la higuera, en su primera cosecha; mas ellos acudieron a Baal-peor, y se consagraron a la Vergüenza; y se hicieron asquerosos como aquello que amaban.


Los primeros frutos maduros de todo lo que hay en tu tierra, que ellos trajeren a Jehová, tuyos serán: toda persona limpia en tu casa podrá comer de ellos.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí