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Miqueas 4:10 - Biblia Version Moderna (1929)

10 ¡Retuércete y sufre angustias, oh hija de Sión, como mujer que está de parto! porque ahora saldrás de la ciudad y habitarás en el campo, e irás hasta Babilonia; allí serás libertada; allí te redimirá Jehová de mano de tus enemigos.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Duélete y gime, hija de Sion, como mujer que está de parto; porque ahora saldrás de la ciudad y morarás en el campo, y llegarás hasta Babilonia; allí serás librada, allí te redimirá Jehová de la mano de tus enemigos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Retuérzanse y giman como una mujer con dolores de parto, ustedes, habitantes de Jerusalén, porque ahora tendrán que salir de esta ciudad para vivir en campos abiertos. Pronto serán enviados al destierro a la lejana Babilonia. Pero allí el Señor los rescatará; él los redimirá de las garras de sus enemigos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Retuércete de dolor y grita, hija de Sión, como mujer que da a luz, porque ahora saldrás de la ciudad para vivir en despoblado. Llegarás hasta Babilonia, pero allí serás liberada, pues Yavé te libertará del poder de tus enemigos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Retuércete pues como parturienta, y expulsa, oh hija de Sión, Porque ahora saldrás de la ciudad y habitarás en descampado, Y llegarás a Babilonia y allí serás librada, Allí te redimirá YHVH de la mano de tus enemigos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Retuércete en espamos, hija de Sión, como parturienta, porque ahora saldrás de la ciudad y vivirás en el campo; llegarás hasta Babilonia, pero allí serás liberada; allí te rescatará Yahveh de la mano de tus enemigos.

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Miqueas 4:10
27 Tagairtí Cros  

Y de tus hijos que procedieren de  ti, a quienes tú engendrares, algunos serán llevados, que serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia.


se efectuó una brecha en la ciudad; y todos los hombres de guerra huyeron de noche, por la vía secreta de la puerta, entre los dos muros, que había cerca del jardín del rey, mientras que los Caldeos tenían la ciudad cercada en derredor; y se fué el rey camino del Arabá.


Por lo cual trajo Jehová contra ellos los príncipes del ejército del rey de Asiria, los cuales tomaron cautivo a Manasés con argollas, y le ataron con grillos, y le hicieron ir a Babilonia.


Y a los que escaparon de la espada, los llevó a Babilonia, en donde fueron siervos de él y de sus hijos hasta que tuvo el dominio el reino de los Persas:


Así dice Ciro rey de Persia: Todos los reinos de la tierra me los ha dado Jehová, el Dios del cielo; y me ha encargado que le edifique Casa en Jerusalem, que está en Judá. Quienquiera pues que haya entre vosotros de todo su pueblo, sea Jehová su Dios con él, para que suba allá.


Y salvólos de la mano de quien los aborrecía, y los redimió de la mano del enemigo;


Así dice Jehová vuestro Redentor, el Santo de Israel: Por vuestra causa he enviado a Babilonia, y he hecho descender, como fugitivos, a todos ellos (es a saber, a los Caldeos) a las naves, que eran su regocijo.


Yo levanto en justicia al ungido mío, y enderezaré todos sus caminos; él edificará mi ciudad y soltará mis cautivos, no por precio, ni por dádivas; dice Jehová de los Ejércitos.


¡Salid de Babilonia, huíd de los Caldeos! con voz de cántico anunciad, sí, haced saber esto; haced salir las nuevas hasta los fines de la tierra; decid: ¡Jehová ha redimido a su siervo Jacob!


Toma el cinto que compraste, el cual está sobre tus lomos, y levántate, anda al río Eufrates, y escóndelo allí en la hendidura de una peña.


Pues yo te libraré de mano de los inicuos, y te redimiré de mano de los terribles.


¶Por tanto oíd vosotros el oráculo de Jehová, todos los del cautiverio, a quienes yo he enviado de Jerusalem a Babilonia:


Porque he oído una voz como de mujer que está de parto; congojas como de la que da a luz su hijo primogénito: es la voz de la hija de Sión, que está agonizando; que extiende sus manos, diciendo: ¡Ay de mí; porque desmaya mi alma a causa de los homicidas!


Las ciudades están conquistadas, y las fortalezas tomadas por asalto; y será el corazón de los hombres esforzados de Moab en aquel día como el corazón de una mujer en sus angustias.


Y los hirió el rey de Babilonia, y les dió muerte en Ribla, en la tierra de Hamat. Así Judá fué llevado en cautiverio de sobre su propio suelo.


¶Sin embargo de esto, el número de los hijos de Israel será como las arenas del mar, que no pueden ser medidas ni contadas: y acontecerá que en el lugar donde les fué dicho: No sois mi pueblo, les será dicho: ¡Hijos sois del Dios vivo!


Dolores, como de la que da a luz, vendrán sobre él; es un hijo no sabio; porque ya ha tiempo que no debiera detenerse al punto mismo de nacer.


Por tanto yo la atraeré y la llevaré al desierto, y le hablaré cariñosamente.


Mas tú, Bet-lehem Efrata, demasiado pequeña para estar entre los miles de Judá, de ti saldrá para mí aquel que ha de ser Caudillo en Israel, cuya procedencia es de antiguo tiempo, desde los días de la eternidad.


Por tanto los entregará a sus enemigos, hasta el tiempo que diere a luz la que ha de parir al Prometido: entonces el residuo de sus hermanos se volverá a los hijos de Israel.


Y a la mujer le fueron dadas dos alas, como de un águila grande, para que volase al desierto, a su lugar, donde ella es sustentada por un tiempo y dos tiempos y la mitad de un tiempo, para resguardarla de la furia de la serpiente.


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