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Miqueas 3:11 - Biblia Version Moderna (1929)

11 Sus cabezas juzgan por premios, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y con todo, se apoyan en Jehová, diciendo: ¿Acaso no está Jehová en medio de nosotros? ¡no vendrá pues sobre nosotros ningún mal!

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Biblia Reina Valera 1960

11 Sus jefes juzgan por cohecho, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en Jehová, diciendo: ¿No está Jehová entre nosotros? No vendrá mal sobre nosotros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Ustedes, gobernantes, toman decisiones con base en sobornos; ustedes, sacerdotes, enseñan las leyes de Dios solo por dinero; ustedes, profetas, no profetizan a menos que se les pague. Sin embargo, todos alegan depender del Señor. «Nada malo nos puede suceder —dicen ustedes— porque el Señor está entre nosotros».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Sus gobernantes se dejan comprar para dar una sentencia; sus sacerdotes cobran por una decisión; sus profetas sólo vaticinan si se les paga. Y todos se sienten tan seguros de Yavé que dicen: Si el Señor está con nosotros, ¿qué desgracia nos puede pasar?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Sus magistrados juzgan por soborno, Sus sacerdotes adoctrinan por la paga, Sus profetas adivinan por dinero, Y con todo, se apoyan en YHVH diciendo: ¿Acaso no está YHVH en medio de nosotros? ¡No nos sobrevendrá pues ningún mal!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Sus jefes juzgan por soborno, sus sacerdotes enseñan por lucro, sus profetas adivinan por dinero, y se apoyan en Yahveh, diciendo: '¿No está Yahveh entre nosotros? ¡No nos sucederá nada malo!'.

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Miqueas 3:11
39 Tagairtí Cros  

El inicuo toma de su seno una dádiva para pervertir los trámites del juicio.


tus príncipes son rebeldes y camaradas de ladrones; cada uno de ellos ama el cohecho y corre tras las dádivas: al huérfano no hacen justicia, ni llega a ellos la querella de la viuda.


Porque ellos se nombran de la ciudad santa, y se apoyan en el Dios de Israel; Jehová de los Ejércitos es su nombre.


los que justifican al inicuo mediante una dádiva; y en cuanto al derecho del justo, se lo quitan!


Además, los perros son comilones, no conocen la hartura; también los mismos pastores nada saben de inteligencia, todos ellos se apartan por su propio camino; cada cual va tras su ganancia, sin excepción alguna.


Dicen de continuo a los que me desprecian: ¡Jehová ha dicho: Tendréis paz! y a cada uno que anda en la dureza de su corazón le dicen: ¡Ningún mal vendrá sobre vosotros!


¶Y escuchaban los sacerdotes y los profetas y todo el pueblo a Jeremías mientras hablaba estas palabras en la Casa de Jehová.


Han renegado de Jehová, y han dicho: ¡No hay tal Jehová! ¡ni vendrá sobre nosotros la calamidad; ni tampoco veremos espada ni hambre!


Porque desde el menor hasta el mayor de ellos, cada uno es dado a ganancias injustas; y desde el profeta hasta el sacerdote, cada uno practica el engaño.


No confiéis en las palabras mentirosas, de aquellos que dicen: ¡El Templo de Jehová, el Templo de Jehová, el Templo de Jehová son estos edificios!


Por tanto daré sus mujeres a otros, y sus campos a los que los han de poseer; porque desde el menor hasta el mayor, cada uno de ellos es dado a ganancias injustas; desde el profeta hasta el sacerdote, cada uno practica el engaño.


Admiten cohecho en ti para derramar sangre: has tomado usura y ganancia, y has robado a tus vecinos por medio de extorsión; y te has olvidado de mí, dice Jehová el Señor.


Sus príncipes en medio de ella son como lobos que arrebatan la presa, derramando sangre, y destruyendo almas, a fin de obtener ganancias injustas.


Hijo del hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y diles a estos pastores: Así dice Jehová el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿acaso no deben los pastores apacentar las ovejas?


Cuando termina su holgorio, se entregan desvergonzadamente a la fornicación; sus príncipes aman entrañablemente su mismo oprobio;


Los sacerdotes se ceban en el pecado de mi pueblo, y en la iniquidad de éste tienen fija su voluntad.


¡Buscad el bien, y no el mal, para que viváis! y así Jehová de los Ejércitos estará con vosotros, como decís que está.


A espada morirán todos los pecadores de mi pueblo, los que dicen: ¡El mal no nos alcanzará, ni nos caerá encima!


Así dice Jehová respecto de los profetas que hacen errar a mi pueblo, los que mientras muerden con los dientes, claman: ¡Paz! y a aquel que no les mete algo en la boca, le declaran solemne guerra:


sus dos manos están listas para hacer maldad; el príncipe pide regalos, y el juez decide por cohecho, también el grande habla sin reparo del deseo de su alma: y así entretejen las intrigas.


Sus príncipes en medio de ella son leones rugientes, sus jueces son lobos nocturnos: nada reservan hasta la mañana.


Sus profetas son disolutos, hombres de perfidia; sus sacerdotes profanan el Santuario; hacen violencia a la ley.


¡Oh si hubiere entre vosotros quien cerrase las puertas del Templo, para que no encendierais fuego sobre mi altar en balde! ¡No tengo complacencia en vosotros, dice Jehová de los Ejércitos, ni aceptaré de vuestras manos ofrenda!


Por tanto yo también os he hecho a vosotros despreciables y viles delante de todo el pueblo; así como vosotros no habéis guardado mis caminos, sino que habéis hecho acepción de personas en cuanto a la ley.


¶Entonces se le encendió la ira a Moisés en gran manera, y dijo a Jehová: ¡No mires su ofrenda! Yo no he tomado ni un asno suyo, y no he hecho mal a ninguno de ellos.


¶Fueron pues los ancianos de Moab y los ancianos de Madián, con las recompensas de la adivinación en su mano; y llegando a donde estaba Balaam, le refirieron las palabras de Balac.


y ni siquiera penséis decir dentro de vosotros:  A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que puede Dios levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.


no dado al vino, no peleador, sino apacible; no rencilloso, no codicioso de torpe ganancia;


a quienes es menester cerrarles la boca; hombres que trastornan familias enteras, enseñando lo que no deben, por torpe ganancia.


Pastoread la grey de Dios que está entre vosotros, ejerciendo la superintendencia, no de necesidad, sino con buena voluntad que sea según Dios; ni por torpe ganancia, sino de ánimo pronto;


¡Ay de ellos! porque andan en el camino de Caín, y se lanzan inconsideradamente tras el error de Balaam, con esperanza de una sórdida recompensa, y perecen en la contradicción de Coré.


Pero los hijos de Samuel no anduvieron en los caminos de él, sino que declinaron tras el interés, y admitieron los regalos, y pervirtieron el derecho.


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