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Miqueas 1:4 - Biblia Version Moderna (1929)

4 Y se derretirán las montañas debajo de él, y los valles se henderán; como la cera delante del fuego serán, y como las aguas que se precipitan por un despeñadero.

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Biblia Reina Valera 1960

4 Y se derretirán los montes debajo de él, y los valles se hendirán como la cera delante del fuego, como las aguas que corren por un precipicio.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Las montañas se derriten debajo de sus pies y se derraman sobre los valles como cera en el fuego, como agua que desciende de una colina.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 A su paso se desmoronan las montañas y los valles se hunden como cera ante el fuego o como el agua que se escurre por la pendiente.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Debajo de Él los montes se derretirán como cera junto al fuego, Los valles se resquebrajarán como agua precipitada por la torrentera.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Los montes se funden bajo sus pies, los valles se hienden como cera ante el fuego, como aguas despeñadas por una torrentera.

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Miqueas 1:4
12 Tagairtí Cros  

Bramaron naciones, conmoviéronse reinos: él dió su voz, la tierra se derritió.


¡Como se ahuyenta el humo, así los ahuyentarás! ¡como se derrite la cera delante del fuego, así perecerán los inicuos delante de Dios!


¡Montañas se derriten como cera delante de Jehová, delante del Señor de toda la tierra!


Porque el Señor, Jehová de los Ejércitos, es Aquel que toca la tierra, y ella se derrite, y prorrumpen en lamentos todos los que habitan en ella; y se eleva toda ella como el Nilo; y después se bajará como el Nilo de Egipto;


Las montañas se estremecen delante de él, y los collados se derriten; asimismo la tierra se conmueve ante su presencia, el mundo también, y cuantos habitan en él.


¡Te ven las montañas, y se retuercen en angustia, pasa una inundación de aguas: el abismo da su voz levanta en alto sus manos.


¡Se para y mide la tierra! ¡echa una mirada, y hace estremecer a las naciones! se esparcen también como polvo las montañas sempiternas, se hunden los collados eternos; ¡suyos son los senderos de las eternidad!


Y estarán plantados sus pies en aquel día sobre el Monte de los Olivos, que está frente a Jerusalem, hacia el oriente; y será partido el Monte de los Olivos, de por medio, hacia el este y hacia el oeste, formando así un valle grandísimo: pues que la mitad del monte se removerá hacia el norte, y la otra mitad de él hacia el sur.


¶Y ví un gran trono blanco, y al que estaba sentado sobre él, de cuya presencia huyó la tierra y el cielo; y no fué hallado lugar para ellos.


Jehová, cuando tú saliste de Seir, cuando marchaste del campo de Edom, la tierra se estremeció, también los cielos gotearon, también las nubes gotearon aguas.


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