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Mateo 9:22 - Biblia Version Moderna (1929)

22 Pero volviéndose Jesús, y viéndola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha sanado.  Y la mujer quedó sana desde aquella hora.

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Biblia Reina Valera 1960

22 Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Jesús se dio vuelta, y cuando la vio le dijo: «¡Ánimo, hija! Tu fe te ha sanado». Y la mujer quedó sana en ese instante.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Jesús se dio vuelta y, al verla, le dijo: 'Animo, hija; tu fe te ha salvado. Y desde aquel momento, la mujer quedó sana.

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Jesús entonces volviéndose, la miró y le dijo: ¡Ten ánimo, hija, tu fe te ha salvado! Y la mujer fue salva desde aquella hora.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Jesús se volvió y, mirándola, le dijo: '¡Ánimo, hija! Tu fe te ha salvado'. Y quedó curada la mujer desde aquel momento.

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Mateo 9:22
15 Tagairtí Cros  

Entonces Jesús respondiendo, le dijo: ¡Oh mujer, grande es tu fe; sea hecho contigo como quieres! Y su hija quedó sana desde aquella hora.


Y reprendió Jesús al demonio,el cual salió del muchacho; y el muchacho quedó sano desde aquella hora.


Entonces dijo Jesús al centurión:  Véte, y según creíste, sea hecho contigo.  Y su criado quedó sano en aquella misma hora.


Y, he aquí, le trajeron un paralítico, echado en cama; y viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.


Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe, os sea hecho. Y sus ojos fueron abiertos.


Y Jesús le dijo: Véte; tu fe te ha sanado. Y al instante recuperó la vista, y le seguía en el camino.


Mas él le dijo: Hija, tu fe te ha sanado; véte en paz, y queda sana de tu azote:


Y le dijo: Levántate, véte; tu fe te ha sanado.


Y Jesús le dijo: Recibe la vista; tu fe te ha sanado.


Mas él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado: véte en paz.


Y él le dijo: Hija, tu fe te ha sanado; véte en paz.


De donde supo el padre que fué en la hora misma que le dijo Jesús: Tu hijo vive, y creyó él mismo, y toda su casa.


Éste oyó hablar a Pablo, el cual fijando en él la vista, y viendo que tenía fe para ser sanado,


Esto lo hacía muchos días: mas Pablo, llevándolo muy a mal, volvióse y dijo al espíritu: Yo te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora.


Porque se nos ha predicado a nosotros también la buena nueva, así como a ellos; pero a ellos no les aprovechó la palabra del mensaje, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.


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