Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Mateo 20:28 - Biblia Version Moderna (1929)

28 así como el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

28 como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

28 Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos».

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

28 Hagan como el Hijo del Hombre, que no vino a ser servido, sino a servir y dar su vida como rescate por una muchedumbre.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

28 así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos.°

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

28 de la misma manera que el Hijo del hombre no vino a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por todos'.

Féach an chaibidil Cóip




Mateo 20:28
35 Tagairtí Cros  

entonces se compadece de él, y dice: ¡Líbrale de descender al hoyo; yo he hallado el rescate!


ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, ni dar a Dios su propio rescate;


Pero fué traspasado por nuestras transgresiones, quebrantado fué por nuestras iniquidades, el castigo de nuestra paz cayó sobre él, y por sus llagas nosotros sanamos.


Por medio de la opresión y del juicio fué quitado; y en cuanto a los de su generación, ¿quién entre ellos pensaba que fué cortado de le tierra de los vivientes, por la transgresión de mi pueblo; hecho maldición por ellos?


un novillo joven, un carnero, un cordero del primer año, para holocausto;


y el que quisiere ser el primero entre vosotros, sea vuestro siervo:


porque esto es mi sangre, la sangre del Nuevo Pacto, la cual es derramada por muchos, para remisión de pecados.


Y Jesús le dice: Las zorras tienen cuevas, y las aves del cielo, nidos; mas el Hijo del hombre no tiene donderecostar la cabeza.


Porque aun el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.


Y les dijo: Esto es mi sangre, la del Nuevo Pacto, la cual es derramada por muchos.


Porque ¿cual es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿no es aquel que se sienta a la mesa? pero yo soy entre vosotros como el que sirve.


Como el Padre me conoce a mí, así también yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.


el cual fué entregado a causa de nuestras transgresiones, y fué resucitado para nuestra justificación.


Porque conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que, siendo él rico, por vuestra causa se hizo pobre, para que vosotros, por medio de su pobreza, llegaseis a ser ricos.


Cristo empero nos redimió de la maldición de la ley, cuando fué hecho maldición por nosotros; (pues que está escrito: Maldito es todo aquel que es colgado en madero,)


en quien tenemos redención por medio de su sangre, la remisión de nuestros pecados, según las riquezas de su gracia,


y andad en amor, así como Cristo también nos amó, y se dió a sí mismo por nosotros, como ofrenda y sacrificio a Dios, de olor grato.


que se dió a sí mismo en rescate por todos; de lo cual el testimonio había de darse a sus propias sazones;


el cual se dió a sí mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad, y purificar para sí mismo un pueblo de su propia posesión, celoso de buenas obras.


Pues convenía a aquel para quien son todas las cosas, y por medio de quien son todas las cosas, habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, hacer perfecto al autor de su salvación por medio de los padecimientos.


Aunque era Hijo, aprendió la obediencia por las cosas que padeció;


así también Cristo, habiendo sido ofrecido una sola vez, para llevar los pecados de muchos, la segunda vez, sin pecado, aparecerá para la salvación de los que le esperan.


quien mismo llevó nuestros pecados en su propio cuerpo sobre el madero, a fin de que nosotros, estando muertos a los pecados, viviésemos a la justicia: por cuyas llagas vosotros fuisteis sanados.


Porque Cristo también padeció por los pecados, una vez para siempre, el justo por los injustos, a fin de llevarnos a Dios, cuando fué muerto en cuanto a la carne, pero vivificado en cuanto al espíritu;


el cual es también la propiciación por nuestros pecados; y no por los nuestros solamente, sino también por los de todo el mundo.


y de Jesucristo, que es el fiel testigo, el primogénito de entre los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra.  A Aquel que nos ama, y nos ha lavado de nuestros pecados en su misma sangre,


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí