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Mateo 19:6 - Biblia Version Moderna (1929)

6 Así que ya no son dos, sino una misma carne. Por tanto, lo que Dios juntó en uno, no lo separe el hombre.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Como ya no son dos sino uno, que nadie separe lo que Dios ha unido.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Así que ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios unció al mismo yugo° no lo separe un hombre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Por consiguiente, lo que Dios unió, no lo separe el hombre'.

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Mateo 19:6
10 Tagairtí Cros  

la cual abandona al compañero de su juventud, y se olvida del pacto de su Dios:


Y con todo vosotros decís: ¿Por qué? Porque Jehová es el testigo entre ti y la mujer de tu juventud, contra quien te has portado deslealmente, aunque ella sea tu compañera y la mujer de tu pacto.


Porque Jehová, el Dios de Israel, ni ha dicho que aborrece el repudio, y a aquel también que cubre con su manto actos de violencia: Jehová de los Ejércitos lo ha dicho: por tanto guardad solícitamente vuestro espíritu, y no os portéis deslealmente.


y dijo:  Por esta causa dejará el hombre a su padre y a su madre, y quedará unido a su mujer; y los dos serán hechos una misma carne?


Ellos le dicen: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio y repudiarla?


Por tanto lo que Dios juntó en uno no lo separe el hombre.


Porque la mujer que tiene marido, ligada está por la ley a su marido, mientras éste vive; mas si hubiere muerto el marido, ella queda desobligada de la ley del marido.


Así también deben los hombres amar a sus propias mujeres, como a sus mismos cuerpos: el que ama a su mujer, se ama a sí mismo.


¶Honroso sea el matrimonio entre todos, y sea el lecho conyugal sin mancilla; porque a los fornicarios de una parte, y a los adúlteros de otra, Dios los juzgará.


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