Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Mateo 17:27 - Biblia Version Moderna (1929)

27 Sin embargo, para que no les demos motivo de escándalo, véte y echa un anzuelo en el mar, y toma el primer pez que subiere; y abriéndole la boca, hallarás un siclo:  tomando esto, dáselo por mí y por ti.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

27 Sin embargo, para no ofenderles, ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero; tómalo, y dáselo por mí y por ti.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

27 Sin embargo, no queremos que se ofendan, así que desciende al lago y echa el anzuelo. Abre la boca del primer pez que saques y allí encontrarás una gran moneda de plata. Tómala y paga mi impuesto y el tuyo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

27 Sin embargo, para no escandalizar a esta gente, vete a la playa y echa el anzuelo. Al primer pez que pesques ábrele la boca, y hallarás en ella una moneda de plata. Tómala y paga por mí y por ti.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

27 Sin embargo, para que no los ofendamos, ve al mar y lanza un anzuelo, y el primer pez que salga, tómalo, ábrele la boca y hallarás un estatero;° tómalo y dáselo por mí y por ti.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

27 Sin embargo, para no darles motivo de escándalo, vete al mar, echa el anzuelo y el primer pez que pique, sácalo, le abres la boca, y hallarás un estater. Tómalo y dáselo a ellos por ti y por mí'.

Féach an chaibidil Cóip




Mateo 17:27
27 Tagairtí Cros  

Y los bendijo Dios; y les dijo Dios: Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sojuzgadla; y tened dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves del cielo, y sobre todos los animales que se mueven sobre la tierra.


Y será que del arroyo beberás; mas he mandado a los cuervos que te provean allí de sustento.


las aves del cielo, y los peces del mar, y cuanto pasa por las sendas de los mares.


¶Jehová empero tenía prevenido un gran pez para que se tragara a Jonás: y estuvo Jonás en las entrañas del pez tres días y tres noches.


¶Y mandó Jehová al pez, y éste vomitó a Jonás en tierra seca.


Y diciendo él:  De los extraños, le dijo Jesús: Luego los hijos están exentos.


Mas al que hiciere tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le sería que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que fuese sumergido en lo profundo del mar.


Por tanto, si tu mano o tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo, y échalo de ti; te conviene entrar en la vida cojo o manco, más bien que teniendo dos manos o dos pies, ser echado al fuego eterno.


Si, pues, tu ojo derecho te fuere ocasión de caer, sácalo,  y échalo de ti; porque te es provechoso que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado en el infierno.


Y si tu mano derecha te fuere ocasión de caer, córtala, y échala de ti; porque te es provechoso que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo vaya al infierno.


Mas el que hiciere tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera que se le colgara al cuello una piedra de molino de asno, y que fuese echado al mar.


¶Si, pues, tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; te conviene entrar manco en la vida, más bien que teniendo las dos manos, ir al infierno, al fuego inextinguible;


Más ventajoso le sería que se le colgara al cuello una piedra de molino de asno, y que fuese echado al mar, que no que hiciera tropezar a uno de estos pequeñitos.


Jesús empero, conociendo en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os escandaliza?


Es bueno no comer carne, ni beber vino, ni hacer cosa alguna en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite.


Por lo cual, si el alimento hace tropezar a mi hermano, no comeré carne nunca jamás, para no hacer tropezar a mi hermano.


Pero cuidaos, no sea que de algún modo esta libertad vuestra venga a servir de tropiezo para los débiles.


sin dar en nada ocasión de ofensa, para que no sea culpado el ministerio;


Porque conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que, siendo él rico, por vuestra causa se hizo pobre, para que vosotros, por medio de su pobreza, llegaseis a ser ricos.


Escuchad, amados hermanos míos: ¿No ha escogido Dios a los que son pobres en cuanto al mundo, para que sean ricos en fe, y herederos del reino que tiene prometido a los que le aman?


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí