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Marcos 8:25 - Biblia Version Moderna (1929)

25 Luego puso las manos otra vez sobre sus ojos; y él fijó la vista resueltamente; y quedó restituído, y veía de lejos y claramente todas las cosas.

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Biblia Reina Valera 1960

25 Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirase; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

25 Entonces Jesús puso nuevamente sus manos sobre los ojos del hombre y fueron abiertos. Su vista fue totalmente restaurada y podía ver todo con claridad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

25 Jesús le puso nuevamente las manos en los ojos, y el hombre se encontró con buena vista; se recuperó plenamente y podía ver todo con claridad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

25 Y le puso otra vez las manos sobre sus ojos, entonces él miró fijamente y se restableció, y veía claramente todas las cosas desde lejos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 Después impuso otra vez las manos sobre los ojos del ciego, y éste comenzó a ver claro, recobró la vista y distinguía todo perfectamente desde lejos.

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Marcos 8:25
9 Tagairtí Cros  

Pero la senda de los justos es como la luz de la aurora, que se va aumentando en resplandor hasta que el día es perfecto.


Porque al que tiene, se le dará, y tendrá abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.


Él entonces alzando los ojos, dijo: Veo a los hombres, como árboles, andando en derredor.


Y Jesús le envió a su casa, diciendo: No entres siquiera en la aldea.


Y estando ellos mirando fijamente al cielo, mientras que él se alejaba, he aquí que dos varones con vestiduras blancas se habían puesto junto a ellos;


Éste oyó hablar a Pablo, el cual fijando en él la vista, y viendo que tenía fe para ser sanado,


estando plenamente persuadido de esto mismo, que aquel que comenzó en vosotros la buena obra, la seguirá perfeccionando hasta el día de Jesucristo:


¶Vosotros, al contrario, sois una raza escogida, un sacerdocio real, nación santa, pueblo de posesión exclusiva; a fin de que manifestéis las excelencias de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su luz maravillosa;


Antes bien, creced en la gracia, y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea la gloria, tanto ahora como en el día de la eternidad. Amén.


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