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Marcos 8:22 - Biblia Version Moderna (1929)

22 ¶Y vienen a Betsaida: y le traen un ciego, rogándole que le tocase.

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Biblia Reina Valera 1960

22 Vino luego a Betsaida; y le trajeron un ciego, y le rogaron que le tocase.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Cuando llegaron a Betsaida, algunas personas llevaron a un hombre ciego ante Jesús y le suplicaron que lo tocara y lo sanara.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Cuando llegaron a Betsaida, le trajeron un ciego y le pidieron que lo tocara.

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Al llegar a Betsaida le traen un ciego y le ruegan que lo toque.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Llegan a Betsaida. Entonces le traen un ciego y le suplican que lo toque.

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Marcos 8:22
14 Tagairtí Cros  

¡Ay de ti, Corazín!  ¡ay de ti, Bethsaida!   porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en vosotras, ya ha mucho que se hubieran arrepentido en cilicio y ceniza.


y le rogaban que les permitiese tocar siquiera el borde de su vestido; y cuantos le tocaron, quedaron perfectamente sanos.


Y tocóle la mano; y la fiebre la dejó; y ella se levantó y les servía.


Y extendiendo la mano, le tocó, diciendo:  Quiero: sé limpio.  Y al instante su lepra fué limpiada.


Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe, os sea hecho. Y sus ojos fueron abiertos.


Y vinieron algunos que le traían un paralítico, llevado entre cuatro.


porque había sanado a muchos, de modo que caían sobre él para tocarle cuantos tenían mal alguno.


¶E inmediatamente obligó a sus discípulos a entrar en la barca, e ir delante, al otro lado, a Betsaida, en tanto que él mismo despedía la multitud.


¡Ay de ti, Corazín! ¡ay de ti, Betsaida! que si en Tiro y Sidón se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en vosotras, ya ha mucho que se hubieran arrepentido, sentadas en cilicio y ceniza.


¶Y habiendo regresado los apóstoles, le declararon cuantas cosas habían hecho. Y él tomándolos consigo, se retiró aparte a un lugar desierto, que pertenecía a una ciudad llamada Betsaida.


Era Felipe de Betsaida, ciudad de Andrés y de Pedro.


éstos, pues, se llegaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaron, diciendo: Señor, quisiéramos ver a Jesús.


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