11 Y si en algún lugar no os recibieren, ni os oyeren, en saliendo de allí, sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies para testimonio a ellos. En verdad os digo que será mas llevadera la condena de Sodoma o Gomorra en el día del juicio, que la de aquella ciudad.
11 Y si en algún lugar no os recibieren ni os oyeren, salid de allí, y sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies, para testimonio a ellos. De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para los de Sodoma y Gomorra, que para aquella ciudad.
11 Pero si en algún lugar se niegan a recibirlos o a escucharlos, sacúdanse el polvo de los pies al salir para mostrar que abandonan a esas personas a su suerte».
11 Y si en algún lugar no los reciben ni los escuchan, no se alejen de allí sin haber sacudido el polvo de sus pies: con esto darán testimonio contra ellos.
11 Y si algún lugar no os recibe, ni quieren escucharos, retiraos de allí y sacudid el polvo de la planta de vuestros pies, en testimonio contra ellos'.
También sacudí la falda de mi ropa, y dije enérgicamente: ¡Así sacuda Dios de su casa, y del producto de su mismo trabajo, a todo hombre que no cumpliere esta palabra; para que quede de esta manera sacudido y vacío! Y dijo toda la Asamblea: ¡Amén! y alabaron a Jehová. E hizo el pueblo según este convenio.
Y cuando éstos se opusieron, y blasfemaron, sacudiendo sus vestidos, les dijo: ¡Recaiga vuestra sangre sobre vuestra misma cabeza; yo estoy limpio! ¡desde ahora me voy a los gentiles!
y si tornó en cenizas las ciudades de Sodoma y Gomorra, y las condenó con destrucción, poniéndolas para escarmiento de los que después hubiesen de vivir impíamente,
pero los cielos de ahora y la tierra, por la misma palabra están guardados para el fuego, siendo reservados para el día del juicio y de la destrucción de los hombres inicuos.
¶En esto es consumado el amor para con nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; por cuanto según él es, asimismo somos nosotros en este mundo.
¶Así como Sodoma y Gomorra, y las ciudades en torno de ellas, de la misma manera que éstos, habiéndose entregado a la fornicación, y yendo descaminados en pos de otra carne, nos están propuestas, como escarmiento, sufriendo el castigo de fuego eterno.