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Marcos 5:34 - Biblia Version Moderna (1929)

34 Mas él le dijo: Hija, tu fe te ha sanado; véte en paz, y queda sana de tu azote:

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

34 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

34 Y él le dijo: «Hija, tu fe te ha sanado. Ve en paz. Se acabó tu sufrimiento».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

34 Jesús le dijo: 'Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda sana de tu enfermedad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

34 Entonces Él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado, vete en paz y queda sana° de tu azote.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 Pero él le dijo: 'Hija mía, tu fe te ha salvado; vete en paz, y queda ya curada de tu enfermedad'.

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Marcos 5:34
19 Tagairtí Cros  

Y él le dijo: Véte en paz. Fuése pues de él algún trecho.


¶Véte pues; come tu pan con regocijo, y bebe tu vino con alegre corazón: puesto que ya ha mucho que Dios se complace en tus obras.


Empero si al entrar el sacerdote viere que no ha cundido la plaga en la casa, después de revocada, el sacerdote declarará limpia la casa, porque ha sanado de la llaga.


Y, he aquí, le trajeron un paralítico, echado en cama; y viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.


Pero volviéndose Jesús, y viéndola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha sanado.  Y la mujer quedó sana desde aquella hora.


Y Jesús le dijo: Véte; tu fe te ha sanado. Y al instante recuperó la vista, y le seguía en el camino.


porque había sanado a muchos, de modo que caían sobre él para tocarle cuantos tenían mal alguno.


Y al instante se secó la fuente de su sangre, y conoció en su cuerpo que estaba sana de aquel azote.


La mujer, pues, temerosa y temblorosa, sabiendo lo que le había sido hecho, vino, y cayendo en tierra delante de él, le dijo toda la verdad.


Y le dijo: Levántate, véte; tu fe te ha sanado.


Y Jesús le dijo: Recibe la vista; tu fe te ha sanado.


Mas él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado: véte en paz.


Y él le dijo: Hija, tu fe te ha sanado; véte en paz.


Éste oyó hablar a Pablo, el cual fijando en él la vista, y viendo que tenía fe para ser sanado,


Y habiéndose quedado algún tiempo, fueron despachados en paz por los hermanos, para volver a los que los habían enviado.


Y el carcelero refirió el recado a Pablo, diciendo: Los pretores han enviado para soltaros: ¡ahora pues salid y partid en paz¡


y uno de vosotros le dijere: Id en paz, calentaos y saciaos; mas no les diereis las cosas necesarias para el cuerpo, ¿de qué les aprovecha?


Entonces respondió Elí y dijo: Véte en paz; y el Dios de Israel te conceda la merced que le has pedido.


Y dijo Jonatán a David: Véte en paz, ya que los dos nos hemos jurado en nombre de Jehová, diciendo: ¡Estese Jehová entre mí y ti, y entre mi simiente y tu simiente para siempre!


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