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Marcos 10:17 - Biblia Version Moderna (1929)

17 ¶Y como iba saliendo al camino, vino uno corriendo, y arrodillándosele, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué cosa he de hacer para heredar la vida eterna?

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Biblia Reina Valera 1960

17 Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Cuando Jesús estaba por emprender su camino a Jerusalén, un hombre se le acercó corriendo, se arrodilló y le preguntó: —Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Jesús estaba a punto de partir, cuando un hombre corrió a su encuentro, se arrodilló delante de él y le preguntó: 'Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para conseguir la vida eterna?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Y como iba saliendo al camino, vino uno corriendo y arrodillándose, le preguntaba: Maestro bueno, ¿qué he de hacer° para heredar° la vida eterna?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Salía él de camino cuando corrió hacia él uno que, arrodillándose ante él, le preguntaba: 'Maestro bueno, ¿qué haría yo para heredar vida eterna?'.

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Marcos 10:17
28 Tagairtí Cros  

¶Entonces Daniel, cuando supo que la escritura estaba firmada, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara alta hacia Jerusalem, tres veces al día se hincaba de rodillas, y oraba y hacía confesión delante de su Dios, como antes acostumbraba hacerlo.


¶Y llegando ellos a la multitud, vino a él un hombre, hincándosele de rodillas, y diciendo:


Entonces dirá el Rey a los que estarán a su derecha: ¡Venid, benditos de mi Padre, poseed el reino destinado para vosotros desde la fundación del mundo!


Y ellas, partiendo prestamente del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a los discípulos.


¶Y vino a él un leproso, rogándole y arrodillándose, y diciéndole: ¡Si quieres, puedes limpiarme!


Mas Jesús le dijo: ¿Por qué me dices bueno? ninguno es bueno sino uno solo, es a saber, Dios.


Y llegado que hubieron, le dicen: Maestro, sabemos que eres veraz, y no te cuidas de nadie; porque no miras la apariencia de los hombres, mas enseñas con verdad el camino de Dios: ¿Es licito al pueblo de Dios dar tributo a César, o no?


Mas cuando vió Jesús que el pueblo se agolpaba corriendo, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: ¡Espíritu mudo y sordo, yo te mando que salgas de él, y no entres más en él!


¶Y, he aquí, un doctor de la ley se puso en pie, y para tentarle, le dijo: Maestro, ¿haciendo qué cosa, poseeré la vida eterna?


Éste vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabbí, sabemos que eres un maestro venido de Dios; porque nadie puede hacer estos milagros que tú haces, a menos que Dios esté con él.


Escudriñad las Escrituras, porque pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;


Pues que ésta es la voluntad de mi Padre, que todo aquel que ve al Hijo y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.


y sacándolos fuera, dijo: ¡Señores! ¿qué debo yo hacer para ser salvo?


¶Y habiendo ellos oído estas cosas, fueron compungidos de corazón, y dijeron a Pedro y los otros apóstoles: ¡Varones hermanos! ¿qué haremos?


¶Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, la cual es poderosa para edificaros, y para daros  herencia entre todos los santificados.


Y él, temblando y atónito, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo:] Levántate, y entra en la ciudad, y allí  te será dicho lo que debas hacer.


a los que, perseverando en el bien hacer, buscan la gloria, la honra y la inmortalidad, vida eterna;


Porque el salario del pecado es muerte; mas el don gratuito de Dios es vida eterna, en Cristo Jesús Señor nuestro.


siendo iluminados los ojos de vuestro entendimiento, para que conozcáis cuál sea la esperanza de vuestra vocación, cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,


para que, siendo justificados por su gracia, fuésemos constituídos herederos, según la esperanza de vida eterna.


¿no son todos ellos espíritus ministradores, enviados para hacer servicio a favor de los que han de heredar la salvación?


para la posesión de una herencia incorruptible, y sin mancilla, e inmarcesible, guardada en los cielos para vosotros,


Y ésta es la promesa que él nos ha prometido, es a saber, la vida eterna.


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