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Malaquías 4:1 - Biblia Version Moderna (1929)

1 ¡PUES he aquí que viene el día que arderá como homo; y todos los soberbios y todos los obradores de iniquidad serán como hojarasca; y aquel día que viene los abrasará, dice Jehová de los Ejércitos, de modo que no les deje raíz ni rama!

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Biblia Reina Valera 1960

1 Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: «El día del juicio se acerca, ardiente como un horno. En aquel día el arrogante y el perverso serán quemados como paja. Serán consumidos, desde las raíces hasta las ramas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Ciertamente viene el día, ardiente como un horno, donde todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa. Aquel día vendrá y los abrasará, y no quedará de ellos rama ni raíz, dice YHVH Sebaot.

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Malaquías 4:1
37 Tagairtí Cros  

Por abajo, sus raíces se secarán, y por arriba, será cortado su ramaje.


Apartas como escorias a todos los inicuos de la tierra; por tanto he amado tus testimonios.


porque los malhechores serán cortados; pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.


Y en la grandeza de tu majestad has derribado a tus contrarios; enviaste tu ardiente ira; consumiólos como hojarasca.


¡No bien fueron plantados, no bien fueron sembrados, no bien habíase arraigado su tronco en la tierra, cando apenas sopla él sobre ellos, y se secan, y el torbellino se los lleva como hojarasca!


¿Quién ha levantado desde Oriente un guerrero, a quién llamó en justicia a sus pies? Entregó delante de él naciones, y le hizo enseñorearse de reyes; los dió como polvo a su espada, y como hojarasca arrebatada a su arco.


He aquí que son como hojarasca; el fuego los consume; no podrán librarse a sí mismos del poder de la llama. este fuego no es de ascuas, donde uno se caliente, ni lumbre delante de la cual uno se siente.


Por tanto, como la lengua del fuego devora el rastrojo, y como la hierba seca se hunde en las llamas, así la raíz de ellos será como podredumbre, y su flor como polvo se levantará; por cuanto han rechazado la ley de Jehová de los Ejércitos, y han tratado con desprecio la palabra del Santo de Israel.


Porque la maldad arde como un fuego; devora las zarzas y los espinos, y enciende las espesuras del bosque; las cuales se elevan, remolinándose, en columnas de humo.


Por la ira de Jehová de los Ejércitos está entenebrecida la tierra, y el pueblo es como pábulo del fuego; no hay hombre que perdone a su hermano;


Y recogeré de entre vosotros los rebeldes, los que se rebelan contra mí: los sacaré de la tierra de su peregrinación, mas no entrarán en la tierra de Israel; y conoceréis que yo soy Jehová.


Serás, oh Ammón, como combustible para el fuego; tu sangre estará en medio de tu misma tierra. ¡No habrá más memoria de ti! porque yo, Jehová, lo he dicho.


Luego quédese la olla sobre las ascuas vacía, para que se caliente, y para que se caldee el bronce de ella, y se derrita en medio de ella su suciedad, y se consuma su verdín.


Pues en cuanto a vosotras, ovejas mías, así dice Jehová el Señor: He aquí que yo juzgaré entre ovejas y ovejas, entre carneros y machos de cabrío.


¡He aquí el día! ¡he aquí que viene! ya salió tu turno; la vara ha echado flor; la soberbia ha florecido;


¡TOCAD trompeta en Sión, y sonad alarma en mi santo monte! ¡tiemblen todos los moradores de la tierra! porque viene el día de Jehová, porque está ya cercano;


el sol se volverá en tinieblas y la luna en sangre, antes que venga aquel grande y, espantoso día de Jehová:


Y fuí yo quien destruí delante de ellos al Amorreo, cuya altura era parecida a la de los cedros, y él era fuerte como las encinas; sin embargo de lo cual, destruí su fruto de la parte de arriba, y sus raíces de la parte de abajo.


Y la casa de Jacob será un fuego, y la casa de José una llama, y la casa de Esaú, hojarasca; pues que los encenderán, y los devorarán; y no habrá quien le quede a la casa de Esaú: porque Jehová lo ha dicho.


Pues mientras están como espinos entretejidos, como los que están empapados en su bebida, serán devorados, como hojarasca completamente seca.


¡Cercano está el día grande de Jehová! cercano está, y se apresura mucho el estruendo del día de Jehová: ¡el más valiente clamará allí con amargos lamentos!


no podrá librarlos su plata ni su oro, en el día de la ira de Jehová; sino que en el ardor de sus celos será devorada toda la tierra; porque hará destrucción completa, y eso muy en breve, de todos los moradores de tierra.


HE aquí que viene día de Jehová, en que será repartido tu despojo en medio de tí, oh Sión.


Por eso, nosotros ahora llamamos dichosos a los soberbios; decimos también que medran los que obran maldad, y también que los que tientan a Dios son librados de mal.


Entonces vosotros volveréis, y echaréis de ver la diferencia que hay entre el justo y el injusto; entre aquel que sirve a Dios, y aquel que no le sirve.


¿Pero quién es capaz de soportar el día de su advenimiento? ¿y quién podrá estar en pie cuando él apareciere? porque será como el fuego del acrisolador, y como el jabón de los bataneros;


pues que se sentará como acrisolador y purificador de la plata; y purificará a los hijos de Leví, y los afinará como el oro y la plata, para que presenten a Jehová ofrenda en justicia.


He aquí que os voy a enviar a Elías profeta, antes que venga el día grande y tremendo de Jehová.


Cuyo aventador está en su mano, y limpiará completamente su era, y recogerá su trigo en el granero; mas quemará la paja con fuego inextinguible.


¡Porque vendrán días sobre ti, en que tus enemigos abrirán trincheras en derredor de ti, y te pondrán cerco, y te estrecharán por todas partes,


¶Empero cuando viereis a Jerusalem cercada de campamentos, entonces sabed que su destrucción está cerca.


Regocijaos en aquel día, y saltad de gozo; porque, he aquí, vuestro galardón es grande en el cielo; pues que del mismo modo hacían los padres de ellos con los profetas.


en llamas de fuego, tomando venganza en los que no conocen a Dios y en los que no obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesús:


pero los cielos de ahora y la tierra, por la misma palabra están guardados para el fuego, siendo reservados para el día del juicio y de la destrucción de los hombres inicuos.


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