14 Después el sacerdote tomará de la sangre de la ofrenda por la culpa, y la pondrá el sacerdote sobre el lóbulo de la oreja derecha de aquel que se purifica, y sobre el dedo pulgar de su mano derecha, y sobre el dedo pulgar de su pie derecho.
14 Y el sacerdote tomará de la sangre de la víctima por la culpa, y la pondrá el sacerdote sobre el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, sobre el pulgar de su mano derecha y sobre el pulgar de su pie derecho.
14 Luego el sacerdote tomará un poco de la sangre de la ofrenda por la culpa y la untará en el lóbulo de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho de la persona que está siendo purificada.
14 Después el sacerdote tomará sangre de la víctima de reparación y mojará el lóbulo de la oreja derecha del que se está purificando, el pulgar de su mano derecha y el de su pie derecho.
14 El sacerdote tomará de la sangre de la ofrenda por la culpa, y untará el lóbulo de la oreja derecha del que ha sido purificado, y el pulgar de su mano derecha, y el pulgar de su pie derecho.
14 El sacerdote tomará sangre de la víctima del sacrificio de reparación y untará en ella el lóbulo de la oreja derecha del hombre que se purifica, el pulgar de la mano derecha y el dedo gordo del pie derecho.
Luego degollarás el carnero, y tomarás de su sangre y la pondrás sobre el lóbulo de la oreja derecha de Aarón y sobre el lóbulo de la oreja derecha de sus hijos, y sobre el dedo pulgar de su mano derecha, y sobre el dedo pulgar de su pie derecho; y rociarás la sangre restante sobre el altar en derredor.
¶Entonces el sacerdote sacrificará la ofrenda por el pecado, y hará expiación por aquel que se purifica de su inmundicia; y después degollarán el holocausto.
Luego degollarán el cordero de la ofrenda por la culpa; y tomará el sacerdote de la sangre de la ofrenda por la culpa, y la pondrá sobre el lóbulo de la oreja derecha de aquel que se purifica, y sobre el dedo pulgar de su mano derecha, y sobre el dedo pulgar de su pie derecho.
OS ruego pues, hermanos, por las compasiones de Dios, que le presentéis vuestros cuerpos, como sacrificio vivo, santo, acepto a Dios; culto racional vuestro.
ni ofrezcáis al pecado vuestros miembros, como instrumentos de iniquidad; sino antes, ofreceos vosotros mismos a Dios, como resucitados de entre los muertos, y vuestros miembros, como instrumentos de justicia para Dios.
Hablo según el uso de los hombres, a causa de la flaqueza de vuestra carne. Porque de la manera que ofrecisteis vuestros miembros como siervos de la inmundicia y de la iniquidad, para obrar iniquidad, así ahora ofreced vuestros miembros como siervos de justicia, para obrar la santificación.
¶En cuanto a la plaga de la lepra, pon cuidado en guardar escrupulosamente todo lo que te enseñaren los sacerdotes levitas, y en obrar conforme a ello: según yo les he mandado, así cuidarás de hacer.
según mi ardiente expectación y mi esperanza, que en nada seré avergonzado; sino que, portándome con todo denuedo, como siempre, así ahora también, Cristo sea engrandecido en mi cuerpo, sea por medio de la vida, sea por medio de la muerte.
vosotros también, como piedras vivas, sois edificados en un templo espiritual, para que seáis un sacerdocio santo; a fin de ofrecer sacrificios espirituales, aceptos a Dios, por medio de Jesucristo.