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Jueces 5:23 - Biblia Version Moderna (1929)

23 ¡Maldecid a Meroz, dice el Ángel de Jehová, maldecid amargamente a los habitantes de ella; porque no acudieron en ayuda de Jehová, en ayuda de Jehová contra los poderosos!

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Biblia Reina Valera 1960

23 Maldecid a Meroz, dijo el ángel de Jehová; Maldecid severamente a sus moradores, Porque no vinieron al socorro de Jehová, Al socorro de Jehová contra los fuertes.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 “Que sean malditos los habitantes de Meroz —dijo el ángel del Señor—. Que sean completamente malditos, porque no vinieron para ayudar al Señor, para ayudar al Señor contra los poderosos guerreros”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Maldigan a Meroz, dijo el ángel de Yavé, maldigan, maldigan a sus habitantes que no estuvieron allí para ayudar a Yavé, para ayudar a Yavé con los valientes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 ¡Maldecid a Meroz! dice el ángel de YHVH, Maldecid severamente a sus moradores, Porque no vinieron en ayuda de YHVH, En ayuda de YHVH con los valientes.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Maldecid a Meroz, dice el ángel de Yahveh, maldecid y maldecid a sus habitantes, porque no vinieron en ayuda de Yahveh, en ayuda de Yahveh, con los héroes.

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Jueces 5:23
23 Tagairtí Cros  

Y junto a ellos restauraron los tecoítas; pero sus nobles no pusieron su cerviz a la obra del Señor.


¿Quién se levantará por mí contra los malhechores? ¿quién estará por mí contra los obradores de iniquidad?


¡Maldito aquel que hace la obra de Jehová negligentemente, y maldito aquel que retrae su espada de derramar sangre!


Entonces dirá también a los que estarán a su izquierda:  ¡Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles!


Porque no osaré hablar sino respecto de lo que ha obrado Cristo por mi medio, para traer a obediencia a los gentiles, por palabra y por obra,


Si alguno no ama al Señor Jesucristo, ¡sea anatema! ¡Maran-atha!


Porque nosotros somos colaboradores de Dios: vosotros sois la labranza de Dios, sois el edificio que Dios fabrica.


ASÍ pues, obrando juntamente con él, nosotros también os rogamos que no recibáis la gracia de Dios en vano;


Y apareció el Ángel de Jehová a la mujer, y le dijo: He aquí que eres estéril y nunca has tenido hijo; mas concebirás y darás a luz un hijo.


EL Ángel de Jehová subió entonces de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os hice subir de Egipto, y os traje a la tierra que tenía jurada a vuestros padres y dije: No quebrantaré mi pacto con vosotros.


¶Entonces dijeron los hijos de Israel: ¿Quién hay de entre todas las tribus de Israel, que no haya subido en la Asamblea a Jehová? porque habíase hecho un gran juramento contra aquel que no subiere a Jehová en Mizpa, diciendo: ¡Que muera irremisiblemente!


Decían pues: ¿Quién hay de entre todas las tribus de Israel que no haya subido a Jehová en Mizpa? Y he aquí que no había venido al campamento, a la Asamblea, hombre alguno de parte de Jabés-galaad.


Y ella envió a llamar a Barac hijo de Abinoam, desde Cades-neftalí, y le dijo: ¿No ha mandado Jehová, el Dios de Israel, diciendo: Anda y avanza hacia el monte Tabor, tomando contigo diez mil hombres de los hijos de Neftalí y de los hijos de Zabulón?


¡Ahora desciende, oh resto del pueblo, contra los ilustres! ¡Jehová, desciende tú conmigo contra los poderosos!


¶Vino también el Ángel de Jehová y sentóse debajo de un roble que había en Ofra, que era de Joás abiezerita: y Gedeón su hijo estaba desgranando el trigo en el lagar, para esconderlo de los Madianitas.


Y dijo a los hombres de Sucot: Dadme, os ruego, panes para la gente que me sigue, porque están cansados, y estoy persiguiendo a Zeba y Zalmuna, reyes de Madián.


Pero los principales de Sucot le contestaron: ¿Acaso los puños de Zeba y Zalmuna están ya en tu mano, para que demos pan a tu tropa?


Subió pues de allí a Penuel, y a los de ella habló de la misma manera: mas los hombres de Penuel le respondieron del mismo modo que los hombres de Sucot.


y para que sepa toda esta asamblea, que no por espada, ni por lanza, salva Jehová: ¡porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestra mano!


¶Entonces dijo Saúl a David: Mira a Merab, mi hija mayor; a ella te daré por mujer, con tal que me seas valiente, y pelees las batallas de Jehová. Saúl empero decía para consigo: No sea mi mano contra él, sino sea contra él la mano de los Filisteos.


Perdona, yo te ruego, la transgresión de tu sierva; que a buen seguro va a hacer Jehová para mi señor una casa duradera; porque las batallas de Jehová las pelea mi señor, y la iniquidad nunca se hallará en ti en todos tus días.


Ahora pues, oiga mi señor el rey las razones de su siervo. Si Jehová te ha incitado contra mí, acepte él una ofrenda; mas si son hijos de hombres, ¡malditos sean delante de Jehová! porque ellos me han expatriado el día de hoy, para que no tenga parte en la herencia de Jehová, diciendo: ¡Véte, sirve a otros dioses!


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